Miguel Ángel Estevan
Alcalde de Alcañiz - Partido Popular
¿Vale todo por el poder?
Es la segunda vez en democracia que un perdedor de las elecciones acaba llegando a la presidencia, la primera fue mediante una moción de censura al presidente D. Mariano Rajoy.
Me piden, desde la revista “Compromiso y Cultura”, que realice una valoración tanto de la investidura como de los acuerdos a los que se han llegado con las diferentes formaciones políticas, especialmente con el partido político “JUNTS”.
Antes de valorar la Proposición de Ley de Amnistía hay que dejar claro que no se ha producido una negociación que lleve a un acuerdo político.
El PSOE, o lo que queda de él, y que no es el partido político que conocimos en tiempos de Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina o Nicolás Redondo, ha realizado la compra de la Presidencia del Gobierno sin valorar el coste para los españoles y la unidad de España.
Los acuerdos han consistido en decir “Sí a todo”. Unos acuerdos que demuestran la debilidad del nuevo Gobierno. Las reivindicaciones de SUMAR, PNV, BNG, BILDU, COALICIÓN CANARIA, han consistido en abrir las arcas públicas para contentarlos a todos, eliminando el principio de igualdad entre españoles.
Lo mismo han hecho ERC y JUNTS, tal y como indicaba la portavoz parlamentaria de este último: “No estamos hablando de una lista de la compra, queremos el supermercado entero”. En referencia a su reivindicación de recaudar y gestionar el 100% de los impuestos que se generan en Cataluña y la condonación de 15.000 millones de euros de la deuda que tiene esta Comunidad Autónoma con España. Casi nada.
Los socialistas han decidido, por mera supervivencia, decir sí a la amnistía desdiciéndose de todo lo dicho anteriormente por parte de los ministros socialistas, de los portavoces del PSOE y más importante del propio presidente del Gobierno.
Podrán ampararse en reproducir el mantra “hemos cambiado de opinión” pero lejos de ser real esta afirmación, lo único que pone sobre la mesa es la humillación de España y la ruptura del orden constitucional de 1978, dejando entrever que nuestro país es antidemocrático, que la policía y el sistema judicial actuó bajo criterios políticos.
Quiero recordar que el art. 155 de la Constitución Española se aplicó mediante aprobación en el Senado por parte del Partido Popular y del desaparecido Partido Socialista Obrero Español. Yo mismo tuve la responsabilidad de participar en la votación de la aplicación de este artículo y ser uno de los 214 senadores que voto SÍ.
Yo no he cambiado de opinión.
La Proposición de Ley presentada exclusivamente por el PSOE, para mayor humillación de España, amnistía los actos tipificados como delitos o como conductas determinantes de responsabilidad administrativa o contable vinculados a la consulta celebrada en Cataluña el 9 de noviembre de 2014 y al referéndum de 1 de octubre de 2017, realizados entre el 1 de enero de 2012, y el 13 de noviembre de 2023.
O lo que es lo mismo, los delitos de sedición, ya eliminado del Código Penal, prevaricación, la desviación de caudales públicos para organizar la mal llamada consulta, los desórdenes públicos, y las acciones supuestamente terroristas, dejarán de existir, nunca se produjeron, beneficiando a aquellos que desde el año 2012 y hasta el 13 de noviembre de 2023 han echado un pulso a España.
Pero a JUNTS no le parece suficiente. No solamente quieren la amnistía, sino la humillación de nuestro país. Lejos de buscar el perdón de España, la reconciliación, el encuentro y la concordia pretenden que España acepte que lo que ha sucedido entre el año 2014 hasta 2023 ha sido un abuso de poder de nuestro país, de las instituciones y administraciones públicas. Una persecución político-judicial que ha producido que algunos políticos catalanes no fueran considerados fugados sino exiliados y deja entrever que los condenados que fueron indultados sí eran presos políticos. Vergonzoso.
Todas estas humillaciones, realizadas por un prófugo de la justicia con residencia en Bruselas y su séquito, demuestran la debilidad del nuevo gobierno, dispuesto a vender nuestro país por mantenerse en el sillón presidencial. El poder a cualquier precio. El fin justifica los medios. Un presidente arrodillado ante un delincuente fugado.
Confío en la ciudadanía pacífica que está movilizada y condeno todas las actuaciones violentas. España está demostrando que somos más, que tenemos razón y que no estamos dispuestos a aceptar la ruptura de nuestro país. Entre todos lo conseguiremos.■
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