06 diciembre 2023

#MaríaMilián - La amnistía, y el árbol que oculta el bosque

María Milián                
Concejal IU-Ganar Ayto. Alcañiz


La amnistía, y el árbol que oculta el bosque


Desde que los resultados electorales del 23-J hicieron indispensable el voto de los diputados de Junts para lograr cualquier tipo de investidura, la derecha política y mediática se lanzó (aún más) al ataque. Un ataque motivado por la frustración de no poder gobernar, de saber que su único y triste apoyo del PP es el de la ultraderecha de Vox, por no saber administrar el resultado que se había encontrado en las municipales y autonómicas de mayo. 

 Cuando, además, empezó a saberse que una de las condiciones de Junts era una amnistía para todos aquellos encausados por el procès de 2017, los ataques adquirieron tintes apocalípticos y, por orden del ideólogo José María Aznar (“el que pueda aportar, que aporte”), trascendieron esas derechas política y mediática para extenderse a las derechas judicial, administrativa, económica y social, en definitiva, a todos aquellos estamentos que conforman lo que, en un reciente artículo, Íñigo Errejón denominaba el “bloque reaccionario”.

Este bloque es, con las evoluciones correspondientes, la expresión de quienes han mandado en España desde el siglo XIX, que han aceptado la democracia en la medida en que servía a sus intereses y no ponía en cuestión ninguna de sus ideas centrales: la defensa de sus privilegios y la defensa de su idea monolítica de nación española (que, como todas las naciones, según todos los nacionalismos, es algo “esencialista” o “inmanente”, que está por encima del Estado). Cuando la democracia no les ha servido, no han tenido inconveniente en articular golpes de Estado, guerras civiles o, como ahora, golpes de Estado “blandos”.

Y es este bloque el que ha puesto en solfa la amnistía, sin ni siquiera conocer el texto con antelación, con argumentos que, en realidad, se basan en esta mezcla de privilegios y nación monolítica que hemos señalado anteriormente:

1. Dicen que la amnistía rompe el Estado de derecho porque, al anular el encausamiento por un delito, pone en solfa la independencia judicial. Ese mismo argumento parece olvidar que corresponde al Legislativo definir las Leyes y su alcance, y a los jueces aplicarlas. Más bien, numeritos como el CGPJ (con mandato caducado desde hace un lustro, sin que se les caiga la cara de vergüenza), pronunciándose sobre una Ley sin conocerla, son los que realmente ponen en duda la independencia de los jueces, y alimentan las acusaciones de lawfare que tanto escándalo han producido en la piel fina de estos colectivos.

2. Igualmente, numeritos como el de fiscales, diplomáticos, guardias civiles y otros Cuerpos del Estado, deberían llamarnos la atención sobre la falta, siquiera aparente, de neutralidad, respeto y acato a la autoridad emanada de las urnas, que es exigible a todo funcionario público. Y esto tiene que ver con la contribución de una gran parte de estos colectivos al bloque reaccionario que hemos indicado al inicio.

3. Igualmente, se dice que la amnistía es un traje a medida para una serie de presos… pues claro, como todas las amnistías, han de ser un traje “super a medida”, porque la Ley es, por principio, igual para todos, y cualquier excepción ha de estar muy bien argumentada jurídicamente, y políticamente. Algo de que el PP, en sus amnistías fiscales a defraudadores amiguetes, no pareció entretenerse mucho, tan seguro estaba de que iba a salirse con la suya, y fue el TC quien se la tumbó en 2017.



4. Provoca una sonrisa (por ser generosos, podrían provocar náuseas) esos llamamientos del PP en nombre de “la igualdad”, cuando ha sido y sigue siendo bajo sus gobiernos cuando se profundizan todas las brechas sociales y económicas entre españoles: cuando Azcón, en Aragón, le regala 112 millones de euros a la escuela concertada, mientras cierra escuelas rurales; cuando Ayuso preside la región más desigual de Europa occidental, tras veinte años de gobiernos neocón, o cuando votan sistemáticamente a favor de las empresas del Ibex 35 y en contra de cualquier medida de calado social o de justicia redistributiva.

5. Hasta el momento, el análisis de numerosos juristas, una vez publicada la Ley, da a entender su solidez jurídica (ha tenido el visto bueno de los Letrados del Congreso de los Diputados, por ejemplo), lo cual ha de ir parejo a su solidez política, es decir, a que sirva para resolver un problema gravísimo de estructura territorial, que nunca debió salir del plano político, y que la dejadez e interés electoral del PP llevaron equivocadamente al plano judicial (que, por cierto, se prestó de mil amores a la faena).

6. Porque azuzar el espantajo de la amnistía y el “se rompe España” (para variar) esconde, para empezar, la absoluta incompetencia e incapacidad del PP, Vox y de todo el bloque reaccionario, para, no ya dar una solución a un problema territorial que existe y que no está resuelto; es que ellos ni se plantean que exista un problema, y en esa pereza intelectual solo se les ocurre mano dura: gente a la cárcel, hostias de la policía, “incendiar Cataluña” (Abascal dixit), y todo ello mientras meten la cabeza debajo del ala y esperan que los jueces les hagan el trabajo… Fantástica manera de asegurar la convivencia, o ni siquiera la coexistencia, entre los diferentes territorios del país y dentro de ellos...

7. Están sacando gente a la calle para protestar por la amnistía, incluso gente de clase obrera que puede sentirse legítimamente preocupada ante lo que puede parecer simplemente un “doble rasero” o una “ley a medida”, pero no olvidemos que, cuando se trata de este bloque reaccionario, la amnistía es, de nuevo, el árbol que nos ponen delante para que no veamos el bosque. Y el bosque es, sencillamente, que este bloque reaccionario no quiere, no reconoce, ha dicho “basta” a un nuevo gobierno progresista.

8. Porque no quieren que se continúen las políticas iniciadas hace cuatro años, gracias al concurso indispensable de la gente de Unidas Podemos entonces, y que pueden continuar ahora con la gente de Sumar. Se trata de profundizar y continuar la mejora del salario mínimo, la reducción de la jornada laboral, la vivienda social, la plena igualdad de género. Se trata de profundizar la reforma fiscal, para que las grandes fortunas y las grandes empresas paguen lo que les corresponde, y no caiga el esfuerzo fiscal básicamente sobre los asalariados. Se trata de continuar con la mejora medioambiental ante el negacionismo climático. Se trata de mejorar y ampliar las prestaciones sanitarias. Se trata de profundizar y mejorar la acogida a inmigrantes en un país envejecido, frente al discurso del odio hacia el diferente y más débil. Se trata de convertir a la infancia y a la juventud en sujetos de derechos…

9. Y como ese bloque reaccionario, abanderado por PP y Vox, no quiere nada de eso, han puesto en marcha toda su poderosa maquinaria, para derogar los avances ya hechos e impedir que haya más. Que no nos engañen, la amnistía es la excusa. Antes de secundar a gritos un “me gusta la fruta” o cualquier lindeza de las que últimamente tanto se difunden, piensa un poco con consciencia de clase.■

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