Hegemonía feminista
Noticiosamente, el final del verano se ha marcado por dos hechos que de una u otra manera evidencian la fortaleza del pensamiento feminista que ya forma parte de nuestra sociedad.
En primer lugar durante el festival de Sonorama, Eva la cantante de Amaral, cantó a pecho descubierto “por la dignidad de nuestra desnudez”. Con este sencillo gesto la artista aragonesa puso patas arriba la actualidad nacional, con un mensaje de apoyo a favor de la libertad de las mujeres y de sus compañeras del gremio que estaban siendo censuradas, entre otras cosas por manifestarse de forma activa en el movimiento feminista.
Ante las oleadas de simpatía y complicidad que consiguió Amaral, la caverna y los heaters trogloditas como siempre de manera rabiosa, y en muchos casos anónimamente, intentaron descalificar y ridiculizar el gesto de Eva, que como era de esperar ganó la partida del relato ante la honestidad de su actitud, que se llevó por delante toda la chusma reaccionaria que intenta llevar a este país a mediados del siglo pasado sin entender que ya estamos la mayoría de la sociedad española a otra cosa.
Sin embargo el culebrón del verano lo ha protagonizado, desgraciadamente, el presidente de la Federación de Fútbol. Quizás sus excesos y conductas machistas hubieran pasado desapercibidas o toleradas en otros momentos del pasado. Pero y en esto llegó el feminismo y mandó parar. Ahora, gracias a la lucha feminista, ya no hay espacio para los machirulos desacomplejados. Y toda la sociedad, excepto el reducto reaccionario de siempre, va a censurar de manera inmensamente mayoritaria las ya consabidas conductas inaceptables de una persona que, encima, estaba representando a nuestro país.
Aunque se resista a caer, Rubiales sabrá pronto, si es que no lo sabe ya, que no hay disculpas, ni mentiras que le permitan seguir en su cargo. Ni tampoco habrá salida digna para este personaje que además está tapando a las verdaderas protagonistas de esta historia, que es esto último lo más triste.
Nada sin el feminismo, todo con la lucha feminista. La sociedad y especialmente la juventud de este país, debe seguir firme hacia adelante abrazando la igualdad y el respeto hacia las minorías, que de una forma u otra somos todas.
¡Viva la lucha de las mujeres!■
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