#JuanLasierra - La “economía de la cultura”: estirar al máximo la temporada de actividades

Ensayo de los Caballeros de San Jorge para el acto del Vencimiento del Dragón.

La “economía de la cultura”: estirar al máximo la temporada de actividades

Semana Santa, San Jorge con su Vencimiento, y verano hasta las Fiestas. Éste ha sido, tradicionalmente, el calendario de la temporada alta de Alcañiz, el buen tiempo trasladado a la agenda de actividades sociales y culturales de una ciudad que tenía completamente estacionalizada su capacidad de atracción turística y su movimiento de visitantes y, por consiguiente, de comercio y hostelería. Es el principal efecto de lo que, en palabras del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alcañiz, Jorge Abril, se llama “la economía de la cultura”. El impacto más medible habla de alrededor de 2.000 puestos de trabajo directos en los establecimientos alcañizanos a pie de calle, los escaparates: bares, restaurantes y tiendas.

En los últimos años, uno de los esfuerzos fundamentales de las concejalías tanto de Cultura como de Comercio y Festejos estriba precisamente en desestacionalizar, en hacer lo más fluido posible, este calendario tan estandarizado y tan cerrado. “La economía de la cultura” más descentralizada, que alcance a la mayor cantidad de calles posible, y más extendida en el tiempo, que abarque algo más de tiempo. Así, en compañía de un clima que es desafortunadamente mucho menos frío, Alcañiz comienza su temporada de actividades dos meses antes de la Semana Santa, y lo consigue a través de la historia, del estudio y de la defensa del patrimonio.

La Concordia ha sido este año el primer gran evento de la temporada, y centenares de alcañizanos se apostaron a pie del Guadalope para contemplar un torneo medieval, a caballo, entre las tiendas de campaña de un campamento con un nivel de recreación altísimo. “La economía de la cultura” sacó a la calle a muchos vecinos y visitantes a los que se les ofreció un programa teatralizado, conferencias, pero también salvas, recreaciones, actividades de calle. Inversión pública dirigida a la dinamización urbana cultural, con impacto directo sobre el tejido comercial y hostelero. La temporada, ya abierta, prepara a la ciudadanía para los ciclos teatrales que finalizan el invierno y preparan la primavera.

Así, cuando llega el mes de abril, Alcañiz ha cogido ya ritmo de apertura, y la Semana Santa y el Vencimiento ya no son los primeros hitos de la campaña, sino platos fuertes y centrales que han generado ya demanda previa entre los visitantes de la ciudad.

   

Así, cuando llega el mes de abril, Alcañiz ha cogido ya ritmo de apertura, y la Semana Santa y el Vencimiento ya no son los primeros hitos de la campaña, sino platos fuertes y centrales que han generado ya demanda previa entre los visitantes de la ciudad. Ya es fácil encontrar valencianos, catalanes, zaragozanos y vascos, los principales perfiles de turistas de Alcañiz, que tienen bien preparada su visita al Bajo Aragón porque han ido encontrando referencias desde principios de año. De esta manera, el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que es la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón histórico en realidad se gestiona, en el día a día, en las oficinas de turismo, a partir de la oferta cultural que trabaja Alcañiz desde febrero a noviembre.

De tal manera que quedan dos retos, para los otros dos acontecimientos fundamentales que mueve Alcañiz. Las fiestas patronales, las de septiembre, y los eventos relacionados con Motorland, las carreras de Moto GP pero no sólo. Se trata de la descentralización, que además no está exenta de polémica. Los 16.000 habitantes de Alcañiz ya no están solamente a pie de Plaza España; bien al contrario, los ensanches hacia el río y hacia la carretera de Zaragoza, detrás de El Trillero, suman la mayor parte de censados y censadas de la ciudad.

El Ayuntamiento trató en el pasado gran premio de motociclismo de trasladar el impacto de las carreras a otros establecimientos no tan céntricos, una ruta gastronómica y de lugares de interés sacaba puntos clave hacia la Plaza de Toros, la Glorieta, el Instituto... Hubo conato de rebelión, obviamente interesada, con la fiesta de la Plaza de España como excusa. Para las fiestas la cosa es más fácil, o más difícil según se mire. Las zonas deportivas y los espacios diáfanos del ensanche de Alcañiz se prestan a la ubicación de carpas, conciertos y ferias que descentralizan la agenda y el impacto de la economía de la cultura, en este caso el ocio. Pero es cierto que Alcañiz en fiestas no se abre tanto, no vuelca su esfuerzo al turismo; se da una pausa, y eso afecta al alargamiento de su temporada. Será trabajo para la siguiente corporación, mejorar lo mejorable… Y no empeorar lo que se está haciendo bien.■