La menopausia
Algunos sanitarios creemos que se debería invertir tiempo en la divulgación de la salud, hay aspectos que deberían, de manera básica, ser conocidos por la sociedad, incluso ya desde muy pequeños. Y es que tenemos un desconocimiento grande acerca de lo que es normal en el funcionamiento de nuestro cuerpo, incluso se tienen falsas creencias que se han ido construyendo de manera progresiva y que han acabado por aceptarse. Y nos referimos a cosas como la fiebre, el dolor... o incluso la menstruación.
Está claro que no se puede generalizar y hay que mirar cada caso de manera individual, pero estos procesos, síntomas o signos son naturales, se han incorporado a nuestros organismos durante el proceso evolutivo porque en algún momento nos generaron una ventaja que nos ayudó a progresar como especie… no son estados patológicos en sí mismos.
En la sociedad de la inmediatez tecnológica, donde estamos a un click o golpe de dedo de cualquier cosa que queramos conseguir… comida, viajes, música, series… también hemos llegado a este comportamiento en la salud… y queremos tener un arreglo de nuestras afecciones de salud de manera inmediata y esto nos ha llevado a poner el ojo en los síntomas de manera casi exclusiva… y los síntomas son solo el mensaje que nos manda el cuerpo y la mente para decirnos que algo no anda bien.
Actualmente se hacen, de manera muy generalizada, actuaciones que se basan en quitar los síntomas al paciente… sin ni siquiera intentar darle una explicación al por qué, y es que es posible que la saturación de los servicios sanitarios nos haya llevado a este modelo… pero, si no entendemos las causas o razones de las distintas afecciones de la salud… ¿cómo vamos a hacer prevención?
En la mujer
Aunque es un tema un poco delicado, el caso del funcionamiento hormonal en la mujer no se salva de estas prácticas.
De manera muy resumida, el sistema hormonal femenino consta de una serie de hormonas que se fabrican a nivel cerebral y que viajan por la sangre hacia sus diferentes destinos para generar una serie de efectos. Y decimos diferentes destinos, porque estas hormonas no sólo tienen un efecto sobre la zona genital, sino que generan respuestas a nivel general en el cuerpo de la mujer. La distribución de la grasa corporal, vello, la masa muscular, el tono de la voz, la masa ósea… son características que varían de manera importante en función del sexo… pero lo que quizá es menos conocido es que la mayor presencia de hormonas femeninas o masculinas incluso puede generar distintos comportamientos o reacciones ante los mismo estímulos…Los estrógenos por ejemplo, se caracterizan por facilitar una mayor conexión de las distintas redes neuronales del cerebro.
En el caso del sexo femenino, las hormonas no se producen de manera lineal, sino que las distintas hormonas (estrógenos y progesterona) se producen en distintos períodos y concentraciones a lo largo del ciclo… por lo tanto es normal notar cambios a lo largo de una fase menstrual. Pensemos que en este tiempo, se tiene que preparar el cuerpo para una posible fecundación y un posible embarazo (y esto ocurre cada 28 días).
La menstruación es un proceso fisiológico que no debería generar problemas y que en el caso de no funcionar bien (dolor, irregularidad, cambios de humor), no solo indica alteración a nivel reproductivo sino que habla de la salud general de la mujer.
Actualmente los problemas de menstruación se tratan casi de manera exclusiva intentando quitar los síntomas con anti-inflamatorios o anticonceptivos orales…
En el hombre
En el caso del hombre, las hormonas sexuales (testosterona) se producen de manera sostenida a lo largo de toda la vida adulta con un descenso progresivo en la vejez que se llama andropausia.
Al descenso de hormonas sexuales femeninas, que se produce de manera más brusca que en el hombre, se le llama menopausia, y se caracteriza por el fin de la etapa fértil de la vida. Pero como ya hemos dicho, las hormonas tienen efectos mucho mas allá del sistema reproductivo, así que en esta etapa también habrá grandes cambios tanto a nivel físico como de comportamiento. Y esto es algo natural… que pasará de forma irremediable en todas las mujeres maduras y que no tiene por qué ser algo malo.
En la actualidad se percibe como un estado casi patológico... que incluso ha llegado a estigmatizar a las mujeres que están en esas etapas… es como un cajón de sastre que da explicación a todos los síntomas que se padecen a esas edades. Pues no... quitemos la idea de que la menopausia es un estado anormal, porque como decíamos antes, todo aquello que ocurre de manera natural en nuestro cuerpo nos generó un beneficio en su momento y por eso se ha mantenido en nuestra especie.
Los síntomas típicos de la menopausia tienen una explicación y varían mucho de una mujer a otra… así que habrá razones que justifiquen esa sintomatología… y entenderlo nos llevará a la prevención.
¿Alguien se pregunta qué beneficio puede conllevar la menopausia?
Pues, seguramente, muchas mujeres se lo preguntan...
Lo primero que debemos saber es que muy pocos tipos de seres vivos del planeta desarrollan menopausia. Hasta hace un tiempo, se creía que tan sólo los seres humanos. Pero también se ha visto que ciertos tipos de ballenas dejan de ser fértiles a determinada edad. Estos grandes mamíferos marinos tienen estructuras familiares complejas y desarrollan vínculos que duran muchos años… se cree que estas especies han obtenido beneficio con la presencia de las hembras mayores en sus familias. Es lo que los antropólogos llaman la “hipótesis de la abuela”, que se aplica a los humanos en su desarrollo evolutivo y que se creía exclusivo en las mujeres humanas.
La menopausia en la mujer madura generó una ventaja en la evolución.
En ciertos tipos de ballenas también se produce la menopausia, con beneficios para el resto de la manada.
Los seres humanos primitivos vivían en clanes familiares muy colaborativos donde las mujeres mayores hacían de guía para los mas jóvenes, les enseñaban a conseguir comida, bebida o a curar las heridas; ayudaban a criar a los mas pequeños porque ellas ya no tenían descendencia y habían acumulado mucha experiencia.
Además lo hacían las abuelas, porque los abuelos ayudaban en los trabajos mas físicos (típicos del hombre) y no habían adquirido los conocimientos femeninos (recordar que las hormonas no solo actúan a nivel físico, sino también a nivel del cerebro).
Esto supuso un cambio drástico en el desarrollo de la especie humana (y en las ballenas) en todos sus ámbitos. No es una opinión, es algo contrastado científicamente.
¿Por qué se considera como algo negativo?
Hay mujeres que tienen una menopausia con muy poca sintomatología y hay otras mujeres que presentan muchos problemas.
Las hormonas (los estrógenos) juegan un papel importante en la salud de los huesos, del tejido conjuntivo (piel, tendones y músculos), del sistema inmunitario o de las vísceras, y tienen una función menos conocida y es que cuando los estrógenos están altos (en una determinada fase del ciclo menstrual) el cerebro tiene una percepción mayor de energía, es por eso que en esos momentos se es mas fértil y el cuerpo se prepara para un posible embarazo.
Pero cuando tenemos una etapa en la que los estrógenos bajan de manera sostenida, además de sufrir problemas físicos (lesiones tendinosas, osteoporosis, cambios en la distribución del tejido graso, sequedad de mucosas y piel, etc.) podemos tener la sensación mental de menor energía y esto activa de manera continuada el eje de estrés, pudiendo provocar alteraciones típicas a nivel emocional, como son depresión, ansiedad o incluso mayor tendencia al insomnio, que además se ven reforzadas por los cambios que ocurren a nivel corporal.
Los estrógenos no sólo se fabrican en los ovarios, tenemos otras zonas que también son capaces de sintetizar esta hormona y deben tomar la alternativa durante la menopausia, asegurando los niveles de estrógenos necesarios. Tanto el tejido adiposo como las glándulas suprarrenales pueden producirlos.
Cuando una mujer asegura tanto la calidad como la cantidad mínima de los estrógenos producidos fuera de los ovarios está haciendo mucho para tener una menopausia saludable.
Pero además también se debe reforzar el estado de aquellas áreas del organismo que sufren la bajada de estrógenos.
¿Qué hacer para minimizar los efectos de la bajada hormonal?
Quizá la explicación se podría resumir entendiendo que las condiciones de vida que tenían nuestros antepasados eran muy diferentes, que esas situaciones favorecían que la menopausia tuviera mas beneficio que perjuicio, pero ya no vamos a volver a las cavernas…
De todos modos se pueden hacer varias cosas para afrontar mejor esta etapa.
Si de pequeños nos enseñan lo importante que es ahorrar, en este caso podemos hacer cierto paralelismo…
El ejercicio físico ha demostrado añadir amplios beneficios a la salud, pero en el caso de la menopausia debería ser algo básico.
A nivel físico, tiene un efecto muy beneficioso a la hora de mantener la salud de los huesos y del tejido conjuntivo (piel, músculos, tendones…), sería como tener una hucha donde ir ahorrando para épocas de carencia. Pero claro, partiendo de una base donde la dosis de ejercicio físico fuera óptima, porque el exceso de movimiento y carga sobre nuestro cuerpo es altamente lesivo a largo plazo.
A nivel metabólico, las personas activas desarrollan la capacidad de conseguir energía de manera mucho mas eficiente que las personas mas sedentarias, se denomina flexibilidad metabólica, y esto es algo que se transmite al cerebro, así que aquellas mujeres con un estado metabólico óptimo sufrirán menos activación del eje de estrés debido al descenso estrogénico.
Me gustaría acabar dando una pincelada sobre otro factor clave en la etapa de la mujer madura. Ya hemos recalcado que la menopausia surgió como un aspecto positivo y que ponía a la figura de la “abuela” como un personaje determinante en el día a día.
Se ha visto que aquellas mujeres que llegan a la menopausia con altos niveles de estrés, tienen mucha mas sintomatología. A parte del área emocional, tiene una explicación desde el punto de vista químico, porque algo que caracteriza al estrés crónico es la síntesis elevada de cortisol, hormona del eje de alerta, que se fabrica en las glándulas suprarrenales. Cuando estas glándulas se encargan de manera predominante en la fabricación de cortisol, no tienen la misma eficacia para la producción de estrógenos. Así que no se llegan a niveles mínimos de estas hormonas.
En la actualidad el número de mujeres mayores de 50 años que toman antidepresivos dobla al número de hombres, y aunque habrá otros factores desencadenantes, la dificultad de conciliación familiar y laboral que existe hoy en día juega un papel determinante en los niveles de estrés crónico.■
En la sociedad de la inmediatez tecnológica, donde estamos a un click o golpe de dedo de cualquier cosa que queramos conseguir… comida, viajes, música, series… también hemos llegado a este comportamiento en la salud… y queremos tener un arreglo de nuestras afecciones de salud de manera inmediata y esto nos ha llevado a poner el ojo en los síntomas de manera casi exclusiva… y los síntomas son solo el mensaje que nos manda el cuerpo y la mente para decirnos que algo no anda bien.
Actualmente se hacen, de manera muy generalizada, actuaciones que se basan en quitar los síntomas al paciente… sin ni siquiera intentar darle una explicación al por qué, y es que es posible que la saturación de los servicios sanitarios nos haya llevado a este modelo… pero, si no entendemos las causas o razones de las distintas afecciones de la salud… ¿cómo vamos a hacer prevención?
En la mujer
Aunque es un tema un poco delicado, el caso del funcionamiento hormonal en la mujer no se salva de estas prácticas.
De manera muy resumida, el sistema hormonal femenino consta de una serie de hormonas que se fabrican a nivel cerebral y que viajan por la sangre hacia sus diferentes destinos para generar una serie de efectos. Y decimos diferentes destinos, porque estas hormonas no sólo tienen un efecto sobre la zona genital, sino que generan respuestas a nivel general en el cuerpo de la mujer. La distribución de la grasa corporal, vello, la masa muscular, el tono de la voz, la masa ósea… son características que varían de manera importante en función del sexo… pero lo que quizá es menos conocido es que la mayor presencia de hormonas femeninas o masculinas incluso puede generar distintos comportamientos o reacciones ante los mismo estímulos…Los estrógenos por ejemplo, se caracterizan por facilitar una mayor conexión de las distintas redes neuronales del cerebro.
En el caso del sexo femenino, las hormonas no se producen de manera lineal, sino que las distintas hormonas (estrógenos y progesterona) se producen en distintos períodos y concentraciones a lo largo del ciclo… por lo tanto es normal notar cambios a lo largo de una fase menstrual. Pensemos que en este tiempo, se tiene que preparar el cuerpo para una posible fecundación y un posible embarazo (y esto ocurre cada 28 días).
La menstruación es un proceso fisiológico que no debería generar problemas y que en el caso de no funcionar bien (dolor, irregularidad, cambios de humor), no solo indica alteración a nivel reproductivo sino que habla de la salud general de la mujer.
Actualmente los problemas de menstruación se tratan casi de manera exclusiva intentando quitar los síntomas con anti-inflamatorios o anticonceptivos orales…
En el hombre
En el caso del hombre, las hormonas sexuales (testosterona) se producen de manera sostenida a lo largo de toda la vida adulta con un descenso progresivo en la vejez que se llama andropausia.
Al descenso de hormonas sexuales femeninas, que se produce de manera más brusca que en el hombre, se le llama menopausia, y se caracteriza por el fin de la etapa fértil de la vida. Pero como ya hemos dicho, las hormonas tienen efectos mucho mas allá del sistema reproductivo, así que en esta etapa también habrá grandes cambios tanto a nivel físico como de comportamiento. Y esto es algo natural… que pasará de forma irremediable en todas las mujeres maduras y que no tiene por qué ser algo malo.
En la actualidad se percibe como un estado casi patológico... que incluso ha llegado a estigmatizar a las mujeres que están en esas etapas… es como un cajón de sastre que da explicación a todos los síntomas que se padecen a esas edades. Pues no... quitemos la idea de que la menopausia es un estado anormal, porque como decíamos antes, todo aquello que ocurre de manera natural en nuestro cuerpo nos generó un beneficio en su momento y por eso se ha mantenido en nuestra especie.
Los síntomas típicos de la menopausia tienen una explicación y varían mucho de una mujer a otra… así que habrá razones que justifiquen esa sintomatología… y entenderlo nos llevará a la prevención.
¿Alguien se pregunta qué beneficio puede conllevar la menopausia?
Pues, seguramente, muchas mujeres se lo preguntan...
Lo primero que debemos saber es que muy pocos tipos de seres vivos del planeta desarrollan menopausia. Hasta hace un tiempo, se creía que tan sólo los seres humanos. Pero también se ha visto que ciertos tipos de ballenas dejan de ser fértiles a determinada edad. Estos grandes mamíferos marinos tienen estructuras familiares complejas y desarrollan vínculos que duran muchos años… se cree que estas especies han obtenido beneficio con la presencia de las hembras mayores en sus familias. Es lo que los antropólogos llaman la “hipótesis de la abuela”, que se aplica a los humanos en su desarrollo evolutivo y que se creía exclusivo en las mujeres humanas.
La menopausia en la mujer madura generó una ventaja en la evolución.
En ciertos tipos de ballenas también se produce la menopausia, con beneficios para el resto de la manada.
Los seres humanos primitivos vivían en clanes familiares muy colaborativos donde las mujeres mayores hacían de guía para los mas jóvenes, les enseñaban a conseguir comida, bebida o a curar las heridas; ayudaban a criar a los mas pequeños porque ellas ya no tenían descendencia y habían acumulado mucha experiencia.
Además lo hacían las abuelas, porque los abuelos ayudaban en los trabajos mas físicos (típicos del hombre) y no habían adquirido los conocimientos femeninos (recordar que las hormonas no solo actúan a nivel físico, sino también a nivel del cerebro).
Esto supuso un cambio drástico en el desarrollo de la especie humana (y en las ballenas) en todos sus ámbitos. No es una opinión, es algo contrastado científicamente.
¿Por qué se considera como algo negativo?
Hay mujeres que tienen una menopausia con muy poca sintomatología y hay otras mujeres que presentan muchos problemas.
Las hormonas (los estrógenos) juegan un papel importante en la salud de los huesos, del tejido conjuntivo (piel, tendones y músculos), del sistema inmunitario o de las vísceras, y tienen una función menos conocida y es que cuando los estrógenos están altos (en una determinada fase del ciclo menstrual) el cerebro tiene una percepción mayor de energía, es por eso que en esos momentos se es mas fértil y el cuerpo se prepara para un posible embarazo.
Pero cuando tenemos una etapa en la que los estrógenos bajan de manera sostenida, además de sufrir problemas físicos (lesiones tendinosas, osteoporosis, cambios en la distribución del tejido graso, sequedad de mucosas y piel, etc.) podemos tener la sensación mental de menor energía y esto activa de manera continuada el eje de estrés, pudiendo provocar alteraciones típicas a nivel emocional, como son depresión, ansiedad o incluso mayor tendencia al insomnio, que además se ven reforzadas por los cambios que ocurren a nivel corporal.
Los estrógenos no sólo se fabrican en los ovarios, tenemos otras zonas que también son capaces de sintetizar esta hormona y deben tomar la alternativa durante la menopausia, asegurando los niveles de estrógenos necesarios. Tanto el tejido adiposo como las glándulas suprarrenales pueden producirlos.
Cuando una mujer asegura tanto la calidad como la cantidad mínima de los estrógenos producidos fuera de los ovarios está haciendo mucho para tener una menopausia saludable.
Pero además también se debe reforzar el estado de aquellas áreas del organismo que sufren la bajada de estrógenos.
¿Qué hacer para minimizar los efectos de la bajada hormonal?
Quizá la explicación se podría resumir entendiendo que las condiciones de vida que tenían nuestros antepasados eran muy diferentes, que esas situaciones favorecían que la menopausia tuviera mas beneficio que perjuicio, pero ya no vamos a volver a las cavernas…
De todos modos se pueden hacer varias cosas para afrontar mejor esta etapa.
Si de pequeños nos enseñan lo importante que es ahorrar, en este caso podemos hacer cierto paralelismo…
El ejercicio físico ha demostrado añadir amplios beneficios a la salud, pero en el caso de la menopausia debería ser algo básico.
A nivel físico, tiene un efecto muy beneficioso a la hora de mantener la salud de los huesos y del tejido conjuntivo (piel, músculos, tendones…), sería como tener una hucha donde ir ahorrando para épocas de carencia. Pero claro, partiendo de una base donde la dosis de ejercicio físico fuera óptima, porque el exceso de movimiento y carga sobre nuestro cuerpo es altamente lesivo a largo plazo.
A nivel metabólico, las personas activas desarrollan la capacidad de conseguir energía de manera mucho mas eficiente que las personas mas sedentarias, se denomina flexibilidad metabólica, y esto es algo que se transmite al cerebro, así que aquellas mujeres con un estado metabólico óptimo sufrirán menos activación del eje de estrés debido al descenso estrogénico.
Me gustaría acabar dando una pincelada sobre otro factor clave en la etapa de la mujer madura. Ya hemos recalcado que la menopausia surgió como un aspecto positivo y que ponía a la figura de la “abuela” como un personaje determinante en el día a día.
Se ha visto que aquellas mujeres que llegan a la menopausia con altos niveles de estrés, tienen mucha mas sintomatología. A parte del área emocional, tiene una explicación desde el punto de vista químico, porque algo que caracteriza al estrés crónico es la síntesis elevada de cortisol, hormona del eje de alerta, que se fabrica en las glándulas suprarrenales. Cuando estas glándulas se encargan de manera predominante en la fabricación de cortisol, no tienen la misma eficacia para la producción de estrógenos. Así que no se llegan a niveles mínimos de estas hormonas.
En la actualidad el número de mujeres mayores de 50 años que toman antidepresivos dobla al número de hombres, y aunque habrá otros factores desencadenantes, la dificultad de conciliación familiar y laboral que existe hoy en día juega un papel determinante en los niveles de estrés crónico.■
José Rodríguez
Fisioterapeuta
Fisioterapeuta
josefisiosalud@gmail.com
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