Un verano de calma tensa
Los veranos suelen ser momentos de calma y un cierto sosiego informativo y político, desgraciadamente casi siempre salpicado por la aparición de incendios que ocupan gran parte del tiempo y espacio en los telediarios y otros medios de comunicación.
Sin embargo este verano, más allá del sopor que provocan las sucesivas olas de calor que estamos sufriendo, se palpa una calma tensa a la espera de que pase la época estival y comience el otoño.
En primer lugar están los malos datos económicos con los cuales nos bombardean todos los días: recesión, inflación y sobre todo la amenaza del corte de suministro de gas por parte de Rusia a Europa durante este invierno, lo que provocaría un escenario desconocido hasta ahora de desabastecimiento de este combustible de consecuencias imprevisibles tanto a nivel económico como doméstico en las calefacciones de media Europa.
Por otra parte la inflación, empeñada en estancarse en cifras cercanas al 10% echa por tierra la prometida recuperación económica tras la recesión provocada por la pandemia.
La guerra de Ucrania ha pasado a un segundo plano informativo, y la realpolitik va imponiéndose poco a poco en la agenda política europea ante la cercanía del General Invierno y la necesidad de suministro del gas ruso, del cual dependen energéticamente gran parte los países europeos. Como reflexión a la política exterior de la UE, deberíamos plantearnos si enfrentarnos abiertamente con Rusia, para agradar al socio americano, es la mejor opción con un país del cual dependemos energéticamente y que cualquier corte o reducción del suministro podría poner en jaque a toda la economía europea.
Y para finalizar el último episodio de filtración de escuchas grabadas por el ex-comisario Villarejo ha puesto en evidencia a las cloacas mediáticas del Estado, en este caso desmontando la credibilidad de una cadena supuestamente afín a la izquierda. Un torpedo de muy hondo calado el que ha explotado en los cimientos del establishment, al destaparse la manipulación en un medio que daba soporte y orientación ideológica a una importante parte de la ciudadanía que ahora se ha quedado huérfana y se siente traicionada. Estaremos expectantes a cómo el régimen intenta recomponer este desaguisado, así como a los movimientos de la izquierda para crear un gran medio de comunicación alternativo que ocupe el espacio vacío que han dejado otros.■
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