Marta Prades
Diputada en Cortes de Aragón
Podemos
Paradójicamente nuestra tierra ha visto anunciar una transición que nunca llegaba o llegaba tarde, después de muchos años sin alternativas reales por el cierre de la central térmica de Andorra, y ahora nos vemos arrollados por una carrera contrarreloj con la proliferación de proyectos de centrales eólicas y fotovoltaicas por todo nuestro territorio. Como si en Teruel la energía viajase a dos velocidades.
Es incuestionable la necesidad de transitar hacia energías limpias provenientes de fuentes renovables. No solo para afrontar la emergencia climática, aunque haya algunos que todavía la niegan, sino también para avanzar hacia la soberanía energética y garantizar a toda la ciudadanía el derecho a la energía a precios accesibles. Pero este proceso no puede hacerse sin planificación, ni criterios de sostenibilidad y sin contar con el territorio.
A los numerosos proyectos ya anunciados para la instalación de centrales eólicas y fotovoltaicas, ahora se suma la amenaza de las placas fotovoltaicas en embalses como Gallipuen, Lechago y Cueva Foradada. Una posibilidad que nos parece preocupante y que no compartimos desde Podemos Aragón. Por eso, desde nuestras competencias en el Gobierno de Aragón hemos actualizado toda la Red Natura 2000 de nuestra Comunidad, que llevaba más de una década de retraso, con 400 nuevos planes. En definitiva, creando herramientas para proteger el paisaje. También los embalses.
Sin embargo llama la atención que el Partido Popular, cuya política hidrológica nos ha dejado desastres como Daimiel, Doñana o el Mar Menor y, no olvidemos, una amenaza de trasvase, ahora se muestre preocupado por el paisaje de los embalses y presente iniciativas para protegerlo. Eso sí, solo los embalses, y subiéndose a la ola de una movilización ciudadana que se está manifestando contra estos proyectos. Un Partido Popular que en la oposición no hace más que mostrar una estridencia exagerada y una negativa “porque sí” a todo, y desde la que no muestran reparos en reclamar acciones totalmente contrarias a las políticas que aplican cuando gobiernan.■
Es incuestionable la necesidad de transitar hacia energías limpias provenientes de fuentes renovables. No solo para afrontar la emergencia climática, aunque haya algunos que todavía la niegan, sino también para avanzar hacia la soberanía energética y garantizar a toda la ciudadanía el derecho a la energía a precios accesibles. Pero este proceso no puede hacerse sin planificación, ni criterios de sostenibilidad y sin contar con el territorio.
A los numerosos proyectos ya anunciados para la instalación de centrales eólicas y fotovoltaicas, ahora se suma la amenaza de las placas fotovoltaicas en embalses como Gallipuen, Lechago y Cueva Foradada. Una posibilidad que nos parece preocupante y que no compartimos desde Podemos Aragón. Por eso, desde nuestras competencias en el Gobierno de Aragón hemos actualizado toda la Red Natura 2000 de nuestra Comunidad, que llevaba más de una década de retraso, con 400 nuevos planes. En definitiva, creando herramientas para proteger el paisaje. También los embalses.
Sin embargo llama la atención que el Partido Popular, cuya política hidrológica nos ha dejado desastres como Daimiel, Doñana o el Mar Menor y, no olvidemos, una amenaza de trasvase, ahora se muestre preocupado por el paisaje de los embalses y presente iniciativas para protegerlo. Eso sí, solo los embalses, y subiéndose a la ola de una movilización ciudadana que se está manifestando contra estos proyectos. Un Partido Popular que en la oposición no hace más que mostrar una estridencia exagerada y una negativa “porque sí” a todo, y desde la que no muestran reparos en reclamar acciones totalmente contrarias a las políticas que aplican cuando gobiernan.■
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