La incertidumbre y la preocupación por la guerra en Ucrania nos obligan a ser prudentes, sin embargo, las estadísticas y los datos nos permiten ser optimistas y demuestran que cuando se aplican políticas progresistas se puede salir de la crisis sin dejar a nadie atrás.
Frente a los discursos catastrofistas de las derechas liberales, gracias a las intensas negociaciones llevadas a cabo por la ministra Yolanda Díaz, la reforma laboral, durante su fase de transición de tres meses, ha hecho fijos a 21.000 aragonesas y aragoneses, y nuestra Comunidad es la segunda con menor tasa de paro; además, a pesar de la guerra, las exportaciones en Aragón han crecido un 10%.
Las buenas noticias nos dejan también una Semana Santa en que la ocupación hotelera en la provincia de Teruel ha rozado el 100% en muchos casos.
Ante la única alternativa de las derechas: bajar impuestos, que casualmente siempre beneficia a los que más tienen, y que luego se olvidan de aplicar cuando gobiernan o directamente los suben, como hicieron con el IVA de la luz y el impuesto al sol, existe otra política diferente.
La política que destina 7.000 millones de euros en ayudas directas a los sectores afectados por las restricciones de la pandemia, instaura por primera vez una prestación económica para autónomos por cese de actividad, limita los precios del alquiler y pone en marcha un escudo social que revaloriza un 15% el IMV, destina 362 millones para el sector agrícola y ganadero, baja el IVA y el impuesto a la producción de energía y pone tope al precio del gas para contener el precio de la energía.■
Marta Prades
Diputada Podemos Aragón
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