El 2 de mayo comenzará una nueva edición de “El Color de las Sonrisas”. En esta ocasión el destino es Mongolia en un viaje que Óscar Pérez, gerente de Óptica Bajo Aragón, llevará a cabo durante 4 meses, atravesando 21 países y recorriendo 30 mil kilómetros. Toda una aventura que podremos seguir por las redes sociales. Entrevista Olivia Peris -Técnico en marketing y comunicación-
Óscar cuéntanos este nuevo proyecto del “El Color de las Sonrisas
En esta ocasión, y después de no haber podido ir el año pasado, me quiero ir a Mongolia en moto, son 30 mil kilómetros y atravesando 21 países. De esta manera quiero comprobar de primera mano que la gente en el mundo es mucho más buena de lo que pensamos y siempre te ayuda alguien en los momentos difíciles. Cuando le digo a la gente que quiero atravesar Irán o Pakistán me dicen: “cómprate un chaleco antibalas” pero no, no hace falta, se puede viajar con corazón, con control, con cariño y quiero tener esta experiencia para que veáis que al final no pasa nada. Pero sobre todo este viaje es un proyecto solidario que va a repartir cientos de gafas que nos ha ido trayendo la gente.
Pero entonces Oscar estas gafas me han dicho que las cambias por sonrisas, ¿cómo es eso? Cuéntanos…
Es maravilloso, me di cuenta de ello cuando hace tres años me fui a la India durante un mes y fui recorriendo las aldeas. Y en una ocasión entré en un monasterio y me encontré con un monje que tendría unos 70 años, me acerqué hasta él y le dije tengo un regalo para ti. Y le puse unas gafas de cerca (+3), a continuación cogió un libro que tenía un joven discípulo suyo y se puso a leer. Me miró con una sonrisa y me dijo: “llevo 20 años sin leer”. Y esto es así porque hay muchos países en donde las necesidades son tan grandes que la gente no piensa en poder comprarse unas gafas. Esto nos debe llevar a reflexionar. Y entre otras cosas, tenemos que ser conscientes que en el primer mundo somos muy afortunados, tenemos problemas pero son simplemente situaciones a resolver, en este tipo de viajes te das cuenta lo que son verdaderamente los problemas. Esto te permite valorar la vida de otra manera y a no ahogarte en determinadas situaciones, a ser más optimista y creo que esto es positivo. Yo animo a la gente a viajar, a cambiar nuestro punto de vista sobre la cultura, la religión, porque esto nos ayuda a entender que la convivencia es mucho más fácil de lo que pensamos, quitando los tabús, las etiquetas y todas esas cosas que nos separan erróneamente.
En esta ocasión, y después de no haber podido ir el año pasado, me quiero ir a Mongolia en moto, son 30 mil kilómetros y atravesando 21 países. De esta manera quiero comprobar de primera mano que la gente en el mundo es mucho más buena de lo que pensamos y siempre te ayuda alguien en los momentos difíciles. Cuando le digo a la gente que quiero atravesar Irán o Pakistán me dicen: “cómprate un chaleco antibalas” pero no, no hace falta, se puede viajar con corazón, con control, con cariño y quiero tener esta experiencia para que veáis que al final no pasa nada. Pero sobre todo este viaje es un proyecto solidario que va a repartir cientos de gafas que nos ha ido trayendo la gente.
Pero entonces Oscar estas gafas me han dicho que las cambias por sonrisas, ¿cómo es eso? Cuéntanos…
Es maravilloso, me di cuenta de ello cuando hace tres años me fui a la India durante un mes y fui recorriendo las aldeas. Y en una ocasión entré en un monasterio y me encontré con un monje que tendría unos 70 años, me acerqué hasta él y le dije tengo un regalo para ti. Y le puse unas gafas de cerca (+3), a continuación cogió un libro que tenía un joven discípulo suyo y se puso a leer. Me miró con una sonrisa y me dijo: “llevo 20 años sin leer”. Y esto es así porque hay muchos países en donde las necesidades son tan grandes que la gente no piensa en poder comprarse unas gafas. Esto nos debe llevar a reflexionar. Y entre otras cosas, tenemos que ser conscientes que en el primer mundo somos muy afortunados, tenemos problemas pero son simplemente situaciones a resolver, en este tipo de viajes te das cuenta lo que son verdaderamente los problemas. Esto te permite valorar la vida de otra manera y a no ahogarte en determinadas situaciones, a ser más optimista y creo que esto es positivo. Yo animo a la gente a viajar, a cambiar nuestro punto de vista sobre la cultura, la religión, porque esto nos ayuda a entender que la convivencia es mucho más fácil de lo que pensamos, quitando los tabús, las etiquetas y todas esas cosas que nos separan erróneamente.
Olivia Peris junto a Óscar Pérez durante la entrevista. |
¿Y cómo eliges la gente a la que les das las gafas?
Bueno, les miras a los ojos, les sonríes y ya conectas con la persona. A veces llevo las gafas a los mercadillos, la gente se acerca y me pregunta: “¿cuánto vale?”, y yo les digo “only smile” (solo una sonrisa) y se las doy. Las gafas que llevo son de cerca, puesto que son mucho más fáciles de utilizar que para lejos, pues para ello tendría que llevar aparatos ópticos que la dinámica de este viaje me hace imposible llevar. Las gafas de cerca no son sólo para leer, por ejemplo en un viaje que realicé al Sáhara las mujeres las utilizaron para coser…
¿Qué día te vas y hasta cuando se pueden traer las gafas usadas?
En primer lugar les quiero dar las gracias a toda la gente del Bajo Aragón que nos ha ido trayendo gafas porque ya seguramente leerán esta entrevista cuando me haya marchado el 2 de mayo. Pero pueden seguir trayendo esas gafas que no utilizan y se quedan por los cajones sin ningún uso, o que les han quedado obsoletas a sus hijos, porque después de éste habrá otros proyectos y otras aventuras por donde seguir llevando la solidaridad de “El Color de las Sonrisas”.
¿Durante el viaje te vamos a poder seguir de alguna manera?
Por supuesto que sí. Podréis seguir las aventuras y anécdotas de este viaje a través de las redes sociales. Me voy a llevar alguna cámara para poder hacer entrevistas y grabar momentos de este proyecto solidario para compartir con todas las personas que han colaborado y para motivar al resto.
Óscar nos tienes que explicar también tu faceta más artística que quieres desarrollar durante este viaje...
Creo que todos tenemos una parte del niño que fuimos y que estamos reprimiendo constantemente, y yo tengo una parte de payaso que quiero desarrollar durante este viaje para entretener a los más pequeños. Las sonrisas inocentes de los niños con los trucos o las muecas de un payaso son tan importantes como las que pido para entregar las gafas…
¿Vas a ir de tirón o irás haciendo paradas durante el viaje?
No, iremos haciendo paradas. La primera será en Turquía en la zona de Capadocia. Allí repartiremos con un grupo de cinco amigos gafas en un taller de costura y otro de cerámica, también una residencia de mayores y en un colegio. El resto del viaje hasta Mongolia ya iré solo.
Mongolia es el último baluarte de la libertad, fuera de la globalización, de las coberturas wifi o las tecnologías…
Y ya para finalizar Óscar, ¿por qué Mongolia?
Bueno yo llevo años enamorado de este país. Es el último baluarte de la libertad, fuera de la globalización, de las coberturas wifi o las tecnologías… Gran parte de la población de este país se dedica a pastorear el ganado en las grandes llanuras y estepas de este extenso territorio, viviendo de una manera nómada buscando los mejores pastos. Este perfecta simbiosis con la naturaleza que tienen se está perdiendo y ya le quedan pocos años puesto que muchos adolescentes cuando van a estudiar a la ciudad ya no vuelven de adultos al tipo de vida tradicional de sus padres. Por eso quiero aprovechar para vivir esta cultura tan apegada a la naturaleza y fuera de las nuevas tecnologías antes de que cambie y de paso llevarles con todo mi cariño esta nueva edición de “El Color de las Sonrisas”, cambiando gafas por sonrisas.■
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