Problemas de personal
A veces me da la sensación de que entre la capital de la Comunidad y nuestro querido Bajo Aragón hay millones de kilómetros. Solo eso podría explicar lo que cuesta que muchos profesionales acaben viviendo a nuestros municipios para desempeñar su labor. En muchas ocasiones supone una verdadera utopía. Otras, objetivos casi irrealizables.
Bien es cierto que no tenemos unas comunicaciones que favorezcan ese desplazamiento, lo que puede convertirse en uno de los principales inconvenientes a la hora de encontrar trabajadores para los servicios de la administración. ¿Alguien puede negar que si la A-68 fuera una realidad posiblemente no nos encontraríamos en esta situación? Yo, desde luego, así lo creo.
A veces da la sensación que venir a trabajar al Bajo Aragón es como cuando hace muchos años te mandaban a cumplir el servicio militar a África y después a nuestras ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Qué tendrá nuestra comarca para que cueste tanto venir a trabajar cuando los que aquí residimos comprobamos que, a pesar de las dificultades y el ninguneo de las administraciones públicas, es un lugar maravilloso para vivir.
Dicen que la mejor palabra es la que está por decir. Sin embargo tenemos que lamentar diariamente cómo el alcalde de la capital bajoaragonesa, además de su continua tendencia a estar en cualquier lugar en vez de en el municipio que tiene que gestionar, está bastante poco preocupado en los problemas del día a día. Se centra más en intentar obtener impacto nacional mencionando dirigentes políticos nacionales que nada tienen que ver con nuestra ciudad o nuestra tierra, que en poner remedio a nuestras dificultades.
Lo que importa a todos los bajoaragoneses es disponer de la mejor calidad de vida posible y que podamos disfrutar de los servicios que necesitamos y demandamos. Si para ello es necesario presionar a las administraciones sin arrugarse, lo debe hacer porque su labor es mejorar el día a día de sus habitantes. En lugar de decir tonterías en las redes sociales, que hable muy alto en donde tiene que hacerlo en defensa de nuestra tierra. Eso hace un alcalde.■
Bien es cierto que no tenemos unas comunicaciones que favorezcan ese desplazamiento, lo que puede convertirse en uno de los principales inconvenientes a la hora de encontrar trabajadores para los servicios de la administración. ¿Alguien puede negar que si la A-68 fuera una realidad posiblemente no nos encontraríamos en esta situación? Yo, desde luego, así lo creo.
A veces da la sensación que venir a trabajar al Bajo Aragón es como cuando hace muchos años te mandaban a cumplir el servicio militar a África y después a nuestras ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Qué tendrá nuestra comarca para que cueste tanto venir a trabajar cuando los que aquí residimos comprobamos que, a pesar de las dificultades y el ninguneo de las administraciones públicas, es un lugar maravilloso para vivir.
Dicen que la mejor palabra es la que está por decir. Sin embargo tenemos que lamentar diariamente cómo el alcalde de la capital bajoaragonesa, además de su continua tendencia a estar en cualquier lugar en vez de en el municipio que tiene que gestionar, está bastante poco preocupado en los problemas del día a día. Se centra más en intentar obtener impacto nacional mencionando dirigentes políticos nacionales que nada tienen que ver con nuestra ciudad o nuestra tierra, que en poner remedio a nuestras dificultades.
Lo que importa a todos los bajoaragoneses es disponer de la mejor calidad de vida posible y que podamos disfrutar de los servicios que necesitamos y demandamos. Si para ello es necesario presionar a las administraciones sin arrugarse, lo debe hacer porque su labor es mejorar el día a día de sus habitantes. En lugar de decir tonterías en las redes sociales, que hable muy alto en donde tiene que hacerlo en defensa de nuestra tierra. Eso hace un alcalde.■
José Miguel Celma
Concejal Torrecilla de Alcañiz. Portavoz PP Comarca del Bajo Aragón
Concejal Torrecilla de Alcañiz. Portavoz PP Comarca del Bajo Aragón
Sólo GRACIAS por pensarlo y escribirlo
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