11 diciembre 2021

#JoséAntonioBenavente - Nuevas excavaciones y hallazgos en El Palao de Alcañiz

Vista de El Palao desde el este.

Nuevas excavaciones y hallazgos en El Palao de Alcañiz


Durante el año 2021 se ha realizado dos campañas de excavaciones en el yacimiento ibero-romano de El Palao de Alcañiz que han proporcionado nuevos datos, materiales e información sobre este asentamiento, considerado el principal núcleo urbano del Bajo Aragón en la Antigüedad.

El Palao, un gran yacimiento apenas explorado

El yacimiento de El Palao es, con toda probabilidad, el asentamiento ibero-romano más importante y de mayor tamaño del término municipal de Alcañiz y posiblemente del Bajo Aragón. Las investigaciones hasta ahora realizadas confirman su ocupación prácticamente ininterrumpida desde el siglo VII a.C. hasta el siglo I d.C., con ocupaciones temporales, como lugar de enterramiento, en el siglo IV d.C. No obstante, el apogeo o época de mayor expansión y ocupación del yacimiento parece centrarse en entre los siglos II a.C. y I d.C.

Se trata de un gran asentamiento que se emplaza en lo alto y en las laderas de un estratégico cerro aislado de cima amesetada, de unas 10 hectáreas de superficie, que se sitúa a unos cinco kilómetros al sureste de la ciudad de Alcañiz. En las excavaciones realizadas hasta el momento en este importante lugar, que apenas han afectado al 5% de su superficie, se han localizado interesantes estructuras como restos de torreones y fortificaciones de la Primera Edad del Hierro, edificios públicos, una gran cisterna, calles, un foso o camino de acceso, viviendas de planta itálica, restos de prensas y numerosos almacenes destinados a la conservación de algún producto agroalimentario todavía por determinar con seguridad. Entre los hallazgos muebles destacan restos de esculturas de bulto exento (caballos, cabeza masculina), estelas funerarias decoradas, así como multitud de restos cerámicos, óseos, metálicos, etc.

En El Palao se realizaron excavaciones arqueológicas a principios del siglo XX bajo la dirección de los arqueólogos Vicente Bardavíu y Raymond Thouvenot, este último colaborador del prestigioso arqueólogo francés Pierre Paris. Así mismo el profesor Francisco Marco, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza, realizó excavaciones a finales de los años 70 del siglo XX sacando a la luz una gran cisterna en el sector suroeste. En las últimas décadas se está llevando a cabo un nuevo proyecto de investigación en el que colabora un amplio equipo de arqueólogos españoles y franceses: Pierre Moret, Salvador Melguizo, Alexis Gorgues, Silvia Alfayé, Francisco Castro y José Antonio Benavente. Las estructuras exhumadas en todas estas excavaciones han sido en su mayor parte objeto de trabajos de limpieza, consolidación y protección en los últimos años, gracias a las ayudas del Gobierno de Aragón y la participación de Escuelas Taller del Ayuntamiento de Alcañiz y el INAEM. En el yacimiento se localizan hasta el momento siete áreas o zonas distintas de intervención cuyas principales características resumimos a continuación:

- Zona 1: En la zona central del yacimiento, con la presencia de un gran muro, de funcionalidad dudosa, que sería intencionadamente soterrado en época ibero-romana tras una importante reforma urbana que daría paso a la construcción de nuevos espacios posiblemente de uso artesanal y comercial.

- Zona 2: Existencia de un pequeño asentamiento anterior, de la I Edad del Hierro, en la zona más elevada del yacimiento, del que se excavó la base de dos torreones, restos de fortificaciones con foso y entrada en recodo y materiales fechados en los siglos VI o V a.C.

- Zona 3: En el sector suroeste del asentamiento, con la presencia de una gran cisterna de recogida de aguas pluviales, estructuras en ladera oeste con restos de murallas y estancias aterrazadas con habitaciones y cubetas pavimentadas con yeso.

- Zona 4: En el sector noreste del asentamiento, con diversas construcciones de carácter monumental asociadas posiblemente a edificios públicos a los que se accede a través de una escalinata de piedra, en la parte inferior habitaciones y almacenes pavimentados con yeso, inicio de una calle pavimentada y posible zona porticada.

- Zona 5: En el extremo noroeste del cerro, existencia de un gran vivienda de planta itálica con patio central asociada a un espacio posiblemente dedicado a producción agroalimentaria en el que se identifican varias prensas de tipo catoniano, depósitos, canales excavados en el suelo y almacén con pavimento de yeso.

- Zona 6: En la ladera oriental del cerro donde aparece de nuevo un gran almacén con bancos corridos, cubeta y pavimentos de yesos junto a otros espacios adosados con muros de tapial y adobe.

- Zona 7: Junto al camino de acceso principal al asentamiento, con una larga y estrecha habitación en cuya zona central aparece el pie de una prensa que fue interpretado por Bardavíu como altar de libaciones si bien posiblemente se trate de la regaifa de una antigua prensa de viga.

Plano de El Palao con las zonas objeto de intervención.

 
Las recientes campañas de excavación

Durante los meses de enero y octubre de 2021 se han realizado sendas campañas de excavación y consolidación de estructuras en las zonas 5 y 7 de El Palao que están siendo objeto de estudio e investigación en los últimos años. Así mismo, se ha procedido a la retirada de las terreras de esas dos zonas producidas por las excavaciones de los últimos años. Estas dos últimas campañas de excavación y recuperación del yacimiento han sido dirigidas por los arqueólogos José Antonio Benavente y Francisco Castro, del Taller de Arqueología de Alcañiz, y se han financiado gracias a una ayuda del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) de 2019 al Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón.

Vista cenital de la zona 5.

 
En la zona 5 se ha excavado el sector oriental de una gran vivienda de planta itálica de al menos 150 metros cuadrados de superficie de la que todavía no ha podido delimitarse con seguridad toda su extensión. En concreto, se ha intervenido en la excavación de su patio central pavimentado con losas de caliza, en el espacio de acceso al mismo desde la posible calle aneja y en dos de las habitaciones de la misma. Los materiales aparecidos indican la ocupación de esta vivienda desde finales del siglo I a.C. y a lo largo del siglo I d.C. con un abandono en torno a los años 70 - 80 de nuestra era, coincidente con el documentado en otras zonas del yacimiento. Esta gran vivienda, la primera que aparece bien definida en el yacimiento, confirma el proceso de romanización del antiguo asentamiento ibérico cuyos habitantes usan o adoptan poco a poco las costumbres, modas y lengua del imperio romano.

El Palao zona 5, indicios de prensas de aceite, posible alzamara.

 
Junto a esta vivienda, que quizás pudo construir y habitar alguna familia relacionada con colonos veteranos licenciados de las legiones romanas de la época de Julio César, se han documentado varias habitaciones y estructuras que parecen estar relacionadas con la elaboración de algún producto agroalimentario líquido (probablemente aceite) a partir de un momento temprano que podría remontarse a mediados del siglo I a.C. Entre estas estructuras cabe señalar el hallazgo de bases circulares de mampuestos, entalladuras y cubetas excavadas en el suelo de roca y enlucidas con cal o yeso (alguna de ellas dobles) junto con regaifas o pies de prensa de piedra que, en conjunto, debieron formar parte posiblemente de prensas de aceite de tipo catoniano (de cabrestante) o de viga. En esta zona se han documentado restos de hasta cuatro posibles prensas de cabrestante, alguna de ellas utilizada en una fase anterior a la construcción de la gran vivienda de planta itálica de patio central, antes mencionada.

Prensa catoniana o de cabrestante (según Y. Peña)
 

El resultado de los trabajos realizados en el espacio alargado de la zona 7, incluyendo la consolidación de los muros y estructuras que lo conforman, parece abundar en la misma idea de una importante producción agroalimentaria en El Palao en torno al cambio de era. En este caso se trata de una dependencia de 18 metros de longitud por 3 de anchura que conserva en su parte central un gran pie de prensa y en su extremo occidental una acumulación de mampuestos que podría indicar la base de un molino oleario. Este espacio, que por sus dimensiones y características no puede calificarse como vivienda, podría haber albergado una prensa de viga similar a las que se han documentado, tres siglos más tarde, en la impresionante almazara de la villa romana de la Loma del Regadío de Urrea de Gaén.

Almacén zona 5.

 
A estas posibles estructuras de molienda y prensado hay que añadir el hallazgo muy abundante en el yacimiento de un característico tipo de habitaciones de planta rectangular con el suelo totalmente pavimentado con cal o yeso que presentan pequeños bancos corridos perimetrales y centrales y un receptáculo de líquidos en su parte más baja. Este mismo tipo de dependencias, probablemente utilizados como almacenes de grandes vasijas de cerámica o recipientes de otros materiales, se han documentado en otros asentamientos del área bajoaragonesa de época republicana romana como el Cabezo de Alcalá de Azaila o Tiro de Cañón, también en Alcañiz. Lo sorprendente de estas habitaciones es que sus características son absolutamente coincidentes con antiguas bodegas de aceite todavía conservadas en algunas localidades del Bajo Aragón lo que constituye un insólito ejemplo de perduración cultural para un singular tipo de estructuras relacionadas con una actividad agropecuaria, la del cultivo del olivo y la producción de aceite, que han sido básicas en la economía de este territorio en los últimos siglos. La abundancia y tamaño de este tipo de almacenes en el asentamiento ibero-romano de El Palao parecen indicar una importante actividad agrícola y la elaboración y conservación de un producto agroalimentario líquido que excede con mucho las necesidades de consumo doméstico. Se podría deducir, por tanto, una producción excedentaria y una comercialización destinada a un consumo externo que quizás pudo realizarse a partir de puertos fluviales en el Ebro con el que existe una fácil comunicación terrestre desde el área de Alcañiz a través de la cuenca del Regallo.

Antigua bodega de aceite de Castellote. 

 
El Palao es posiblemente el único sitio arqueológico del Bajo Aragón que presenta en un mismo yacimiento todas las etapas del periodo ibérico, desde sus inicios en los siglos VII-VI a.C. (en el poblado de la Primera Edad del Hierro ubicado en su zona más elevada) hasta la plena romanización en el siglo I d.C., cuando la ciudad ibero-romana se extiende por todo el cerro. Por este motivo, además de por su papel de capitalidad de este territorio en la Edad Antigua, El Palao constituye un lugar idóneo para el estudio y la investigación de la cultura ibérica en Aragón por el que, sin duda, se sucederán en el futuro varias generaciones de arqueólogos.

Habitación en zona 7 tras su excavación y consolidación.


Trabajos de excavación en zona 5


Con la finalidad de asegurar la conservación y continuidad de este importante yacimiento para la historia de Alcañiz y para las futuras generaciones el Taller de Arqueología solicitó en 2010 su declaración como Bien de Interés Cultural hecho que se consiguió en 2019 con la categoría de conjunto de interés cultural, zona arqueológica.■


José Antonio Benavente
Arqueólogo
jabenavente@hotmail.com

 




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