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Mente sana en cuerpo sano

El término “Mens sana in corpore sano” fue acuñado por un autor romano, aproximadamente en el siglo I de nuestra era. El sentido original de esta frase fue la necesidad de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado, pero con el paso de los años se ha ido modificando. De tal forma que en la actualidad parece estar más relacionado con tener una mente activa a través del ejercicio físico.
Todos somos conocedores de los beneficios que provoca en nuestro cuerpo practicar cualquier deporte e incluso nos alegramos cuando comenzamos a ver los resultados de dicho entrenamiento.

Son muchas las disciplinas deportivas que existen en la actualidad, así como las herramientas que a lo largo de los años se han ido modificando y mejorando, para facilitar la realización de las mismas. Ahora no resulta extraño tener un conocido que acude con regularidad al gimnasio o a alguna clase guiada (zumba, tenis, preparación física…)

Pero… ¿hasta qué punto somos conscientes de lo beneficioso que es para nuestro cuerpo y nuestra mente la realización de ejercicio físico?

Vivimos en un mundo globalizado donde son abundantes las cadenas de comida rápida, los productos precocinados y los alimentos envasados. Donde cada vez existen más maquinas que nos facilitan el trabajo y nos evitan los grandes esfuerzos, en algunos casos.

Siendo sinceros con nosotros mismos, no resulta difícil acomodarse a este nuevo estilo de vida, en el que muchas veces prima el sedentarismo y la comodidad. Y es entendible puesto que cuanto más nos acomodamos más cuesta romper con esa rutina y comenzar a cambiarla.

Por eso es importante recordar que nuestro cuerpo necesita de ese movimiento para mantenerse ágil y enérgico, así como para intentar evitar o reducir las posibilidades de padecer una gran lista de enfermedades (cardiovasculares, diabetes, hipertensión…)

Siendo también muy necesario para mantener activo nuestro cerebro, debido a que cuando ejercitamos nuestro cuerpo estamos facilitando la oxigenación del mismo. De modo que nuestra mente funciona con mayor fluidez.

A lo anterior se suma que el deporte produce endorfinas, también conocidas como las hormonas de la felicidad. De tal forma que cuando realizamos cualquier tipo de actividad física estamos contribuyendo a nuestra felicidad, aunque muchas veces por el esfuerzo que conlleva no lo parezca.

Además mantenerse activo no entiende de edades, es por ello que existen diversas disciplinas que nos permiten adaptarnos a las capacidades que presentamos en cada etapa de nuestra vida.

Lo recomendable es encontrar un deporte que encaje con nosotros y que nos guste ya que de esta forma nos motivaremos a realizarlo con más frecuencia.

Y por si alguno todavía no tiene muy claro lo de animarse a mover su cuerpo, os vamos a contar lo que hacemos en ASAPME Bajo Aragón para mantenernos activos diariamente De lunes a jueves dedicamos un espacio a la dinámica física y la complementamos con una “vuelteta” de 20 minutos a los alrededores de la Asociación. Para despedir con ánimo la semana los viernes hacemos el “Andando”, recorriendo las calles de Calanda.■