Legislatura pandémica, nivosa y ventosa
Tras varias legislaturas formando parte de las listas a las elecciones municipales (por la parte baja) decides dar el paso adelante y figurar como número 3 con muchas posibilidades de salir elegido como concejal de tu pueblo y poder formar parte del equipo de gobierno. Vas acompañado de tu gran amigo Diego, de tu querida hermana Chus y liderado por la incansable Susana, la alcaldesa más joven de España en 2015.
Durante estos dos primeros de legislatura han pasado varios hechos extraordinarios: las 2 nevadas más grandes de las últimas décadas, una pandemia y 2 empresas eólicas que quieren instalar aerogeneradores descomunales en tu localidad y las de alrededor.
Las tormentas Gloria y Filomena causaron muchos inconvenientes que intentamos paliar con presteza en el momento en que se dieron: Limpieza de calles, reventones de tuberías de agua , caída de poste de electricidad en el pozo de suministro de agua en el río Matarraña, etc. Para la limpieza de calles contamos con la colaboración de numerosos vecinos.
La pandemia ha tenido graves efectos en la movilidad y modo de vida de la población a nivel mundial; ha afectado a muchas familias con la pérdida de seres queridos y ha saturado hospitales; a nivel municipal la primera consecuencia fue el confinamiento. Desde el consistorio se ofreció a la población de mayor edad la colaboración en la realización de sus compras u otros menesteres. Asimismo ha alterado notablemente la actividad del pueblo: suspensión de todas las fiestas, Semana Cultural y otro tipo de actividades grupales. En resumen, ha reducido las actividades ordinarias que se organizan desde el Ayuntamiento, Comisión de Fiestas y Asociaciones. Esperemos que en los próximos meses se restablezca la normalidad.
Y llega el segundo trimestre de 2021 y nos convocan como Ayuntamiento a una reunión con Forestalia, empresa inversora en energías renovables que tiene previsto un proyecto eólico en tu localidad y las colindantes. Nos explican que “caen” 15 aerogeneradores en nuestro término municipal. Tienen decidida la ubicación, la instalación de las líneas de evacuación y el tamaño de los ventiladores: 200 metros de altura (115 metros de mástil, 85 metros de pala, 170 metros de diámetro), casi nada. Vienen a tiro hecho, sin preguntar, sin consultar, con 2 bemoles. Aquí estoy yo y papá Estado de la mano y es lo que hay. Nos dicen: “podéis alegar sobre su ubicación, si hay afecciones a patrimonio histórico, natural o viviendas afectadas. Poco más podéis hacer, será declarado de interés público”.
Poco después llegan Green Capital y te expone algo similar; esta vez con 9 molinos.
Te enteras que hay en ese momento 94 proyectos eólicos y fotovoltaicos en la provincia de Teruel. Empiezas a aprender (un poco) sobre un tema que no conoces. Como Ayuntamiento, te diriges a asesores expertos en la materia para que te asesoren. Nos indican (tanto desde movimientos favorables como opuestos) que en la mayoría de sitios donde se han querido implantar, han acabado instalándose dado que el interés público prima sobre el del municipio, y la energía eléctrica es un sector estratégico en el que se está realizando una transición muy rápida hacia la descarbonización y sustitución por energías renovables, que viene marcado desde la Unión Europea.
En mi pueblo he visto una movilización ciudadana en contra de la implantación eólica de una intensidad que nunca había vivido previamente. Ello me da esperanza para que en adelante dicha fuerza se transforme en futuro para mi localidad, trabajando desde el Ayuntamiento u otras asociaciones...
Desde el principio el equipo de gobierno se mantuvo en una posición neutral y Susana siempre dijo que se realizaría una consulta a los vecinos del municipio para conocer su opinión y posicionar al Ayuntamiento en ese sentido. En la segunda quincena de septiembre organizamos una serie de charlas informativas con las 2 empresas eólicas, una empresa que asesora al Ayuntamiento, el propio consistorio y la Plataforma Valjunquera por los Paisajes. El 26 de septiembre realizamos el sondeo a la población con una participación del 61% y un claro resultado del 70% en contra de la instalación de los parques eólicos.
El Ayuntamiento, a través de la empresa de asesoramiento, ha presentado el informe pertinente en contra de la instalación. Además, junto a otros municipios y asociaciones del Matarraña, se presentan alegaciones en el mismo sentido.
Este asunto ha sido el que más nos ha quitado el sueño. Creo que como Ayuntamiento deberíamos haber expuesto la información de la que disponíamos a principios de verano, y posteriormente ampliarla; ahí no estuvimos bien. Dado que la implantación eólica supone un gran impacto en el territorio que supera con creces la duración de una legislatura (hablamos de vida útil de los aerogeneradores de unos 30 años), consideramos que lo adecuado era preguntarle a la vecindad desde la imparcialidad para posicionarnos en un sentido o en otro. Otros municipios lo han decidido desde el propio Ayuntamiento, positiva o negativamente; tan respetable como nuestra postura.
He hablado con muchas personas sobre el asunto: vecinos, visitantes y personas de otros pueblos. Tanto los argumentos a favor como en contra me parecen igual de válidos. Hemos sentido la presión, sobre todo por una parte del “No”; la mayoría lo han hecho desde el respeto y la tolerancia, pero también hay quien lo ha hecho desde la posición “o estás conmigo o estás contra mí”, cuando la postura del Ayuntamiento siempre ha sido de imparcialidad (aunque repito, deberíamos haber expuesto antes nuestra opinión al pueblo). No he recibido nunca ninguna directriz desde el partido que gobierna en Aragón ni en España sobre los parques eólicos; he tenido siempre mi propia opinión.
Tenemos un gran problema de despoblación cuya tendencia no cambia. En nuestro pueblo se agrava con la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda y conseguir trabajo, ambos factores determinantes para asentar población. El único factor positivo en la localidad de la implantación eólica era el económico: el importe que llegaría con los parques es considerable; si el uso de dicho dinero por parte de los futuros equipos de gobierno sirviera para solucionar la falta de vivienda y de trabajo, podría paliar el problema de la despoblación. Además del dinero inicial se produce una recurrencia de ingresos mientras funcionen los parques.
Desde el principio el equipo de gobierno se mantuvo en una posición neutral y Susana Traver (la alcaldesa) siempre dijo que se realizaría una consulta a los vecinos del municipio para conocer su opinión y posicionar al Ayuntamiento en ese sentido.
Creo que hay que cambiar el modelo de implantación de las energías renovables: es cierto que existe urgencia en el cambio de energías fósiles a renovables. Desde el Gobierno debería existir una mayor sensibilidad hacia los territorios en los que se va a implantar, aunque seamos “4 gatos”. Hay municipios y zonas que son mayoritariamente partidarios de poner en su territorio estas instalaciones (Mezquín por ejemplo); en otras, como el Matarraña, existe una clara oposición. Quizás se debería hacer una prospección previa de territorios que tengan el recurso suficiente y además estén dispuestos a instalarlos. Asimismo, dado el importante impacto visual, ecológico y de transformación del entorno, las compañías que explotan dichos parques deberían compartir una mayor parte del rendimiento económico que generan; como somos poblaciones pequeñas, el montante de la remuneración inicial y la posterior es importante en términos absolutos, pero es muy pequeño en relación al dinero que generan las empresas (desde varios estudios se señala que el retorno al territorio viene a ser sólo el 3% del dinero generado; en otros países europeos comparten el 15-20% de la generación). Desde mi humilde opinión, me da la sensación que existe una connivencia entre el Gobierno (actual y anteriores) y las empresas eléctricas, por no hablar de las puertas giratorias (altos cargos políticos, que cuando cesan su actividad se colocan en puestos directivos en estas empresas).
En definitiva, desde el Ayuntamiento vamos a hacer lo posible (legalmente) para evitar la implantación de los parques eólicos en nuestro municipio, siguiendo la voluntad mayoritaria de la población. No sabemos como acabará el asunto. A la par que se realizan las actuaciones en contra que se consideren pertinentes, vamos a legislar para que en caso de que se implantasen no se perjudique económicamente a las arcas municipales (por si acaso; creo que es nuestra obligación).
En mi pueblo he visto una movilización ciudadana en contra de la implantación eólica de una intensidad que nunca había vivido previamente. Ello me da esperanza para que en adelante dicha fuerza se transforme en futuro para mi localidad, trabajando desde el Ayuntamiento, las asociaciones o la iniciativa privada, para evitar que el pueblo siga con el declive demográfico que sufrimos, colaborando en la organización municipal y empujando para solucionar los graves problemas de vivienda y trabajo que tenemos en la España despoblada. No es moco de pavo....■
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