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| Pedro Bello. Alcalde La Puebla de Híjar. |
Tren vertebrador
En estos últimos tiempos, está de rabiosa actualidad el retroceso en los servicios ferroviarios en el Aragón rural. La pandemia paralizó expediciones y ahora está costando recuperar ciertas frecuencias y tramos. El Bajo Aragón Histórico ha salido a los andenes en defensa de la mejora de los servicios y reclamando la reposición de “El caspolino”, que es una conexión fundamental en la comunicación diaria de nuestro territorio con Barcelona y permite que, desde Caspe, se pueda ir y volver en el día para realizar gestiones.
El Bajo Aragón, en las estaciones ubicadas en las zonas del Bajo Martín y Bajo Aragón-Caspe, se movilizó de manera rotunda y ejemplar el pasado domingo 20. Una vez más, el respaldo popular al ferrocarril en la España despoblada ha quedado claro.
Son meses de unas reclamaciones que se han multiplicado en la geografía aragonesa impulsadas por la plataforma “Aragón no pierdas tu tren”. Nació en Monzón con un colectivo que de manera incombustible lleva 52 semanas seguidas manifestándose semanalmente en su estación y que ha servido de locomotora para el resto de territorios. En las últimas semanas se ha vivido un debate en la opinión pública aragonesa sobre la competencia institucional de las líneas y frecuencias que no se habían recuperado. El Gobierno de Aragón ha defendido la no financiación de estos trenes porque lo interpreta como una competencia impropia y lanza la responsabilidad al Estado, para que se posicione. En fin, el 1 de julio se verá (ojalá cuando se publique este artículo, resulte obsoleto y el tema se haya solucionado). La ciudadanía y el Aragón despoblado han puesto toda la carne en el asador, ahora toca hacer política de la buena.
Los bajoaragoneses llevamos años esperando buenas comunicaciones y, ahora que apunta fuerte el desarrollo de la autovía A-68 y la vemos como infraestructura salvadora para un futuro ilusionante, no sería comprensible dejar perder la línea de tren que nos une con Madrid y Barcelona, que nos pone en el mapa, que bien promocionada sería casi unas cercanías con Zaragoza y que tiene potencial para ser vital en el desarrollo industrial, logístico y agroalimentario de todo el Norte de Teruel.■
Son meses de unas reclamaciones que se han multiplicado en la geografía aragonesa impulsadas por la plataforma “Aragón no pierdas tu tren”. Nació en Monzón con un colectivo que de manera incombustible lleva 52 semanas seguidas manifestándose semanalmente en su estación y que ha servido de locomotora para el resto de territorios. En las últimas semanas se ha vivido un debate en la opinión pública aragonesa sobre la competencia institucional de las líneas y frecuencias que no se habían recuperado. El Gobierno de Aragón ha defendido la no financiación de estos trenes porque lo interpreta como una competencia impropia y lanza la responsabilidad al Estado, para que se posicione. En fin, el 1 de julio se verá (ojalá cuando se publique este artículo, resulte obsoleto y el tema se haya solucionado). La ciudadanía y el Aragón despoblado han puesto toda la carne en el asador, ahora toca hacer política de la buena.
Los bajoaragoneses llevamos años esperando buenas comunicaciones y, ahora que apunta fuerte el desarrollo de la autovía A-68 y la vemos como infraestructura salvadora para un futuro ilusionante, no sería comprensible dejar perder la línea de tren que nos une con Madrid y Barcelona, que nos pone en el mapa, que bien promocionada sería casi unas cercanías con Zaragoza y que tiene potencial para ser vital en el desarrollo industrial, logístico y agroalimentario de todo el Norte de Teruel.■
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