Miguel Ángel Estevan. Presidente Junta Local PP Alcañiz |
Miguel Ángel Estevan Serrano, gerente de una conocida empresa alcañizana, reparte su tiempo entre la familia, la actividad profesional, el cargo de concejal del PP en el Ayuntamiento de Alcañiz y su afición a la bicicleta de montaña. Casado y padre de dos hijas. Fue senador en la XI y XII legislatura de esta institución. Recientemente ha sido elegido por unanimidad del Partido Popular en Alcañiz como presidente de la Junta Local. Entrevista: Ramón Mur. Fotos: Michael Romano -Click Foto-
Miguel Ángel Estevan Serrano, recientemente elegido presidente de la Junta Local del PP en Alcañiz, está firmemente decidido a reconquistar la alcaldía del Ayuntamiento, pero por el momento, no quiere hablar de candidatos. “Quedan dos años y hay muchas cosas que hacer antes de señalar aspirantes”, afirma . Parece como si ocultara su ambición a ser alcalde más pronto que tarde. Aparenta contradicción pero no la hay. Lo que sí tiene Miguel Ángel Estevan muy metido en su cabeza es la realidad, el día a día, de Alcañiz. Está en pie ante cualquier conflicto o problema alcañizano y no se arruga por nada. Acusa al alcalde Urquizu de haber cometido uno de los mayores errores de la actual legislatura municipal en el tratamiento del asunto relacionado con el Instituto de Estudios Humanísticos/IEH. “Ninguna organización ha dado a conocer el nombre de Alcañiz como el IEH”, afirma rotundo. Hijo de la ex concejala María Dolores Serrano, Miguel Ángel Estevan, sigue sus pasos porque piensa que “en esta vida haces lo que ves”.
El Partido Popular ha pasado en Alcañiz por tres etapas desde que se recuperó la democracia en España hace ya más de 40 años. Y en todas ellas el PP ha tenido la alcaldía en sus manos. Primero con José María Pascual, después con Carlos Abril y más recientemente con Juan Carlos Gracia. Ahora parece que con usted se abre la cuarta etapa de su partido en Alcañiz…
Encantado estaría yo de ser quien encabezara esa cuarta etapa. Lo que pasa es que ahora mismo estamos en un momento de reorganización del partido en Alcañiz con un solo objetivo: prepararnos en estos dos años para reconquistar la alcaldía, con el candidato que elija la Junta Local del partido cuando se acerquen las elecciones municipales de 2023. Yo acabo de ser elegido presidente local del PP en Alcañiz y voy a encabezar ese periodo de preparación hasta las nuevas elecciones municipales. ¿Encabezaré yo también la lista electoral y seré el candidato del PP para volver a ostentar la alcaldía de Alcañiz? Puede ser que sí o que no.
Pero es habitual que el presidente local del partido sea el candidato a la alcaldía…
No, no. Cuando Carlos Abril dejó la presidencia local del PP le sustituyó Javier Martínez que estuvo un tiempo hasta que poco antes de las elecciones, el partido se decantó por un candidato joven poco conocido como fue Juan Carlos Gracia Suso que fue alcalde durante dos legislaturas (2011-2019). Ahora podría pasar algo igual si la militancia encontrara otro candidato mejor que yo. Es verdad que las circunstancias no son exactamente iguales. Porque Javier Martínez era un militante del partido menos metido en la primera línea política que yo. He sido concejal varios años, senador por la provincia de Teruel. En fin, que tanto dentro como fuera del partido, se sabe muy bien quien soy. Dicho todo esto, en este momento el PP no tiene candidato a la alcaldía de Alcañiz porque no es necesario todavía que lo tenga. O, por lo menos, no es urgente, no toca, hacerlo público. Yo de momento me voy a dedicar a colocar al PP en el puesto que le corresponde con el objetivo número uno de reconquistar la alcaldía, que no te quepa la menor duda. Pero, déjame insistir, en que tenemos muchas cosas que hacer antes de proclamar nuestra candidatura.
Pero a usted le gustaría, le ilusiona, ser el próximo alcalde de Alcañiz.
Por supuesto que sí, en modo alguno descarto esa posibilidad. Y la idea me ilusiona, ya lo creo que sí. Pero ahora mismo no me veo como candidato porque tampoco veo candidato o candidata a ninguna otra persona del partido. No es el momento, insisto. Quedan dos años y la vida da tantas vueltas que en dos minutos cambia todo como nadie se lo esperaba. Ahora es el momento de ver la política preelectoral con tranquilidad, como en la lejanía, pero sin perder la perspectiva. Yo voy a poner todo mi esfuerzo, toda mi ilusión para prepararnos a volver a gobernar el ayuntamiento de Alcañiz. Desde luego que sí.
¿Tan difícil es que el presidente provincial del PP en Teruel sea del Bajo Aragón?
Yo lo veo difícil. Aunque no imposible. Porque también parecía que el presidente de la Diputación provincial tenía que ser de Teruel capital, pues ahora es de Calamocha, antes fue de Castellote. Sí es cierto e innegable que Teruel es una provincia dividida en dos, desde el punto de vista geográfico: por una parte está toda la zona más cercana a la capital y, por otra, está el Bajo Aragón. Esto es así y esta situación influye en todo, también en la vida de un partido político como el nuestro. Hemos de intentar que no exista esa separación o que sea mínima. Hablando desde el interior de mi partido, tengo que reconocer que en Teruel van a lo suyo, desde luego, pero se preocupan más allí del Bajo Aragón que al revés, aquí en el día a día nos preocupamos poco de lo que pueda estar pasando en el extremo opuesto de la provincia. En Teruel, dentro del PP, nos quieren a los bajoaragoneses. ¿Por qué los presidentes del partido tienen que ser de la capital? Pues, hombre, no se puede negar que la vida provincial gira en torno a ella. Pero si podemos tener un secretario general del partido en la provincia cuya incidencia en la infraestructura de una formación política, en este caso, no es nada despreciable sino muy importante.
En Alcañiz la fuerza e influencia de un partido conservador como AP primero y el PP después fueron muy importantes desde el primer momento de la transición de la dictadura a la democracia, algo que no ocurrió en poblaciones similares a la capital del Bajo Aragón. ¿Por qué fue así?
Pues porque aquí tuvimos grandes personas como José María Pascual, Ángel Espés, Ángel Lahoz y otras muchas más. Entonces eran unos jóvenes que creyeron en el proyecto y tiraron adelante con ese carro. Aquí, digamos, la política conservadora tuvo siempre una muy buena base, eso es cierto.
Su madre fue una de esas personas…
Mi madre fue una persona muy implicada en la política es cierto y eso a mi me ha marcado, sin duda. Fue concejala varios años con el CDS y luego con el PP, estuvo muy metida en asuntos de suma importancia para Alcañiz. Dicen de ella que era una apasionada de la política y ella lo reconoce que fue así. Incluso ahora se puede decir que la política la sigue apasionando y creo que incluso con mayor radicalidad que antes. Ella fue una política muy implicada y yo soy también así, si me meto en algo me comprometo del todo, las medias tintas no me gustan nada. De la experiencia del tiempo en que fui senador saqué una conclusión clara y es que el compartir la actividad política con el ejercicio de tu profesión es una locura pero resulta una experiencia muy apasionante y enriquecedora. De hecho, recuerdo que algunos senadores me solían reconocer que la política excesivamente profesionalizada, por así decirlo, aleja al político de la realidad. Yo de la realidad de la vida, que está en la gestión diaria de una empresa que crearon mis padres, no me he alejado nunca y hoy sigo así: compagino la actividad política con la empresarial.
Usted ha hablado alguna vez un tanto despectivamente de los políticos procedentes del funcionariado…
No diría que juzgué a los funcionarios de forma despectiva pero sí puedo decir que un funcionario del Estado, por ejemplo, lo tiene más fácil para entrar en política porque cuando la deje sabe que tiene esperándole un puesto que ganó por oposición. Yo en eso también sigo los pasos de mi madre: ella era concejala y trabajaba al mismo tiempo con mi padre en la empresa que ellos crearon de Equipos de frío industrial, climatización y de equipamientos de hostelería. Y yo llevo la gerencia de la empresa y estoy en política. En esta vida haces lo que ves.
Entremos en Alcañiz: ¿Le ve usted continuidad al gobierno municipal que encabeza Ignacio Urquizu?
Ninguna, no le veo una continuidad garantizada. Han pasado dos años ya y no se ve una solidez asentada. Urquizu aceptó ser candidato a alcalde de Alcañiz obligado por unas circunstancias muy determinadas que, al menos momentáneamente, interrumpieron su trayectoria política iniciada en Madrid. Alcañiz le viene pequeño, es lo que yo pienso. Su equipo de gobierno está formado por conveniencia y en él Javier Baigorri y María Millán (IU) llevan el peso del gobierno municipal en el día a día. Ignacio quiere vender su imagen política hacia el exterior, desde la alcaldía y desde donde sea.
Usted, de todas formas, pertenece a la misma generación del alcalde, ¿y no cree que en esa generación son la mayoría de ustedes adanistas en grado superlativo? Es decir, que piensan: esto que yo hago nadie antes ha sido capaz de hacerlo…
Yo no creo que sea así. Más bien pienso que cuando llegas a un sitio por primera vez e inicias una nueva etapa, te rodeas de nuevos equipos y utilizas unos métodos diferentes. No es verdad que todos pensemos que nadie antes que nosotros han hecho lo que ahora hacemos. Yo para nada veo que todo lo que se ha hecho antes carezca de valor. Hay que mirar al pasado y también al futuro. Ese matar el pasado no creo que sea un defecto globalizado de generación sino que se trata de cambios de ciclos y, en definitiva, más que de generaciones se trata de personas más o menos participativas, que las ha habido en todas las épocas. Y por supuesto hay que contar con todos, con los de antes y con los que vendrán, no puedes dejar cadáveres por el camino. La unión es la única forma, la fuerza mayor, para conseguir fortalecer una asociación cualquiera o un partido político como el nuestro. La única manera de triunfar es con la unidad entre todos.
Aunque hay que reconocer que la operación política de Urquizu fue…
Redonda. En un momento en el que, tras las elecciones, Lambán pactaba con el PAR, en Alcañiz consiguió ser investido alcalde a la primera con la mayoría absoluta de nueve concejales con el apoyo de Ciudadanos e IU, que nadie esperaba.
¿Pero no cree que lo que está pasando con el Instituto de Estudios Humanísticos/IEH es un fiel reflejo de ese adanismo generacional al que quizá me he referido con excesivo radicalismo?
Pues no, no es cuestión de generaciones sino de personas. A mi me parece que lo que está haciendo Urquizu con el IEH es uno de los mayores errores de la legislatura que preside, que espero sea lo más breve posible. Él cree que de vida universitaria y de estudios de investigación científica, en todos los órdenes y también en el de las humanidades, nadie sabe más que él y entonces ha decidido olvidar todo lo que ha hecho el IEH durante más de 20 años. Ignacio Urquizu ha adoptado en este asunto una posición de pura cabezonería. No solo yo, sino también mi partido, respetamos al IEH, pero además reconocemos que ninguna organización ha dado a conocer el nombre de Alcañiz durante los últimos 25 años, como el IEH. Y también reconocemos que en el concierto científico internacional nuestra ciudad tiene un nombre que, si ya lo tuvo antes, el IEH lo ha reforzado y elevado a una altura inigualable. Todo ello gracias a los congresos y cursos de humanidades y a lo que hay detrás como son las cientos de publicaciones sobre estudios humanísticos impulsadas por el IEH. Pues con este instituto este alcalde ha querido hacer borrón y cuenta nueva. Inexplicable. ¿Cómo se puede decir que todo lo que se ha hecho antes no vale para nada? Lo que ha hecho Urquizu en este asunto es mucho más que una metedura de pata. Ha sido una falta de respeto hacia un colectivo de personas de prestigio intelectual incuestionable y de los que, sin embargo, se ha llegado a decir en un pleno que se iban a comer juntos y a hacer viajecitos en tren. ¿Por qué esas personas tienen que aguantar y escuchar esa barbaridad? El trato que personalmente ha tenido Urquizu con el IEH es uno, como ya he dicho, de los mayores errores que ha cometido en estos dos años, cuando es tantísimo lo que Alcañiz debe al instituto.
Hay un asunto de suma importancia en el Alcañiz de los últimos años, como es el llamado ‘Caso Pui Pinos’ ¿Cuál es la situación actual de este problema?
A ver. La ladera se cayó y en un primer momento el Ayuntamiento, con Juan Carlos Gracia Suso a la cabeza, llevó muy bien el asunto porque hubo comunicación con los vecinos afectados. Después, pasa el tiempo y las partes se distancian, por distintos motivos, y se rompe la buena relación que había habido entre el Ayuntamiento y los vecinos, algunos de los cuales con el hundimiento de la ladera lo perdieron todo: casa y una parte muy importante de sus bienes. Hay que ponerse en su situación y así se hizo en un primer momento hasta que se rompió la comunicación. Y eso es, sobre todo, a mi entender el llamado Caso de Pui Pinos: falta de comunicación. Llegó Urquizu y todo lo que ha hecho es volver a prestar atención a los vecinos y a reunirse con ellos. Nada más y nada menos. Eso es lo que ha hecho en estos dos años. Con respecto a los proyectos de abrir un vial por la ladera y levantar unos jardines colgantes, que no van costar los cinco millones presupuestados sino muchos más, ahí ya no estoy de acuerdo.
Pero no solo se han proyectado jardines colgantes sino un vial que parece muy necesario y oportuno.
Alcañiz no se puede gastar cinco millones en unos jardines colgantes y en un vial que no sirve para casi nada. Si el vial llegara al cuartelillo, estaría justificado. Pero eso no se contempla en el proyecto. El vial llega solo al barrio Mazador, al parking que está debajo de la calle Palomar. Se han gastado ya más de 300.000 € en el proyecto y yo veo que van a enterrar dinero en ese proyecto.
Usted ha dado mucho que hablar con el asunto de la placa de la torre gótica restaurada de Santa María la Mayor.
Bueno, te explico. Cuando entré en el Ayuntamiento, en abril del año pasado, la restauración de la torre se había inaugurado en febrero, con la presencia del ministro de Fomento, José Luis Ábalos. En el exterior de la torre, junto a la puerta, hicieron cuatro agujeros en la piedra sillar para poner una placa que dejara constancia de que aquel edificio había sido inaugurado siendo ministro Ábalos y alcalde, Urquizu. Y a mí me dolió que en un edificio BIC (Bien de Interés Cultural) por cuya remodelación el equipo anterior de gobierno municipal, del PP, había trabajado incluso más de lo que le correspondía, se colocara una placa en el exterior que solo reconocía el esfuerzo realizado por unos pero no por todos. Si la placa la hubiera colocado en el interior no me hubiera quejado. Pero me molestó que los nuevos responsables del Gobierno y municipales se colocaran las medallas a la vista de todos, cuando el mérito tenía que ser compartido con otros. Y busqué explicaciones ante el alcalde, hice numerosas gestiones administrativas, hasta que la placa se ha quitado de su emplazamiento. Pero la retirada se ha producido hace tan solo unas semanas. Y todo gracias a mi esfuerzo. Estoy muy orgulloso, desde luego. Pero es que, aunque haya sido retirada más tarde que pronto, se ha tenido que retirar porque se había colocado sin solicitar los permisos que un Ayuntamiento tiene que seguir en estos casos. Así de claro. Porque Urquizu, una vez más, quiso hacer lo que le daba la gana.
¿No cree, en cualquier caso, que la torre ha sido restaurada en condiciones de convertirse en uno de los atractivos turísticos de la ciudad?
Ha quedado muy bien, es muy importante para la ciudad y creo que todavía no se ha podido explotar turísticamente como merece por causa de la pandemia, sobre todo, que ha interrumpido tantas cosas. Pero sí, es un punto de atracción turístico para Alcañiz que, por cierto, tiene en perspectiva otro muy importante para el futuro y del que me apetece hablar.
Adelante.
Tenemos en la mano el proyecto turístico más importante para Alcañiz que nos puede poner en el mapa y es construir el tramo de vía verde que nos falta hasta Tortosa. Cuando yo entré de concejal de turismo había un anteproyecto y fui con él a Madrid donde la directora general de Caminos Naturales nos dijo que hiciéramos un proyecto en firme y es lo que hicimos en los cuatro años que yo estuve de concejal de turismo. Vino luego la moción de censura a Rajoy y nuestro proyecto quedó olvidado. Cuando Ignacio Urquizu entró en el Ayuntamiento dijo que tenía el dinero, un millón de euros, dispuesto con el visto bueno de la Dirección general de Agricultura y Caminos Naturales. Pero han pasado dos años y nada de nada sobre este proyecto del que yo estoy seguro que si no es ahora, con este Gobierno, se hará realidad con el siguiente.
«El nuevo hospital precisará de unos accesos muy caros»
A Miguel Ángel Estevan le gusta muy poco el emplazamiento del nuevo Hospital en el Cabezo de Cantagallos porque “nadie sabe el dinero que se va invertir para construir unos accesos al nuevo centro hospitalario, que van a resultar muy caros”. El nuevo responsable máximo del PP en Alcañiz hubiera dispuesto el emplazamiento del nuevo Hospital Comarcal en el Regallo, más allá de Valmuel y Puigmoreno, o entre La Estanca y La Venta de La Panolla.Las obras del nuevo hospital están ya a punto de reanudarse. ¿O no?
Yo creo que pronto veremos la reanudación de las obras . Otra cosa es cuándo acabarán. Si el Gobierno de Aragón sigue aportando dinero, las obras seguirán su curso pero como las empresas vuelvan a recelar, como ya pasó, o se presenten nuevas modificaciones de proyecto, el fin de las obras se retrasará nuevamente. En fin, que no están las cosas nada claras.
¿Y con la nueva residencia de mayores qué ocurre?
Lo de la residencia, junto con lo de la placa de la torre gótica, es otra de las cosas de las que yo le puse en alerta a Urquizu al año de haber firmado un protocolo de intenciones que no sirve para nada. Las monjas dominicas suscribieron un protocolo en el que participaron también la Fundación Rey Ardid, muy solvente, el Ayuntamiento y un grupo inversor que Ignacio Urquizu encontró en Madrid. La Fundación R.A. aportaba tres millones, el grupo inversor cinco y el Ayuntamiento se encargaría de gestiones administrativas diversas. Se firmó un protocolo de venta del convento a la fundación y al grupo por un millón trescientos mil euros sin que se entregara una señal, que es lo que siempre se hace en este tipo de operaciones. Aquello ya me chirrió. Pasado un año, hablé con el alcalde y no me aclaré demasiado de cómo estaba el asunto. Hasta que nos enteramos hace poco que el grupo inversor se ha retirado del proyecto. ¿Por qué? Pues porque no ha visto las cosas claras. La venta de los terrenos por ese precio fue un regalo. Hubo problemas sobre el emplazamiento del nuevo edificio por su cercanía al río y la CHE puso condiciones. El caso es que este proyecto está paralizado. Y esto me lleva a reafirmarme en mi sensación de que este alcalde vende humo, nos vende ideas que se quedan en ideas.
¿Está usted al día de la polémica sobre las energías renovables?
Es un tema que vivo con interés por la relación que tiene con mi empresa. Digo que sí a las energías renovables con ordenación y conocimiento. Va a haber 1.300 megavatios para Alcañiz y alrededores. La polémica esta sobre la mesa porque afectará al medio ambiente con el territorio sembrado de molinos. Creo que hay que escuchar a los vecinos para que, bien informados, decidan sobre la alternativa a la producción de energía, tras el cierre de la térmica de Andorra.
¿Qué trae Motorland a Alcañiz además de muchos moteros dos veces al año?
Perdón, trae muchos aficionados dos y más veces al año, pero, sobre todo trae un goteo de día a día como consecuencia de esos dos grandes eventos deportivos que han traído a profesionales del motor a realizar cientos de pruebas todos los días del año, aunque de eso no se hable y apenas se enteren algunos profesionales de la hostelería y la restauración. Motorland es goteo diario, como te digo, no es solo dos grandes eventos deportivos al año. Yo recorro mucho los negocios de hostelería y te puedo asegurar que Motorland es la causa directa de todas las ampliaciones que se han realizado en el sector de la zona durante los últimos años. Ahora sí te reconozco que el parque tecnológico de Motorland es un auténtico desastre. Soy miembro del consejo de administración del parque y eso no funciona. Y sería decisivo que el parque funcionara bien. Se están marchando algunas de las pocas empresas establecidas en TechnoPark. Se van porque no están bien atendidas y encuentran mejores condiciones en Calanda, por ejemplo, que en el complejo de Motorland.■
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