Ignacio Urquizu. Alcalde de Alcañiz. Foto. Anabel Roda |
Dos años de cambio
El 26 de mayo de 2019, el Partido Socialista volvió a ganar las elecciones municipales en Alcañiz tras 30 años en la oposición. Fueron unos resultados muy similares para el PSOE en porcentaje de votos y en número de concejales a los que obtuvo en 1987 y en 1991, cuando también fuimos la primera fuerza política, aunque entonces concurrían menos partidos a las elecciones. En esta ocasión, pudimos formar un gobierno estable y sólido, gracias a los apoyos de Izquierda Unida y de Ciudadanos. Mejor dicho, gracias a María y Kiko.
Pero si ya los resultados electorales de hace dos años fueron excepcionales, todo lo que ha sucedido desde entonces no tiene parangón. Cuando estamos en el ecuador de la legislatura y echamos la mirada atrás, vemos que hemos tenido que superar dos temporales que dejaron numerosos daños materiales -Gloria y Filomena- en nuestra ciudad y una pandemia histórica que ha golpeado a nuestra sociedad con una enorme virulencia. Han sido dos años complicados, donde hemos tenido que hacer frente a momentos de enorme dificultad, pero siempre sabiendo cuáles eran nuestras prioridades: una ciudadanía cohesionada.
Dicen que es en los momentos de crisis cuando descubrimos a las personas. El equipo de gobierno que tengo el privilegio de coordinar ha estado haciendo una tarea enorme en beneficio de todos los alcañizanos y alcañizanas. Cada uno de los concejales del gobierno municipal han estado trabajando sin descanso en sus áreas para que la ciudad funcionase incluso en nuestros peores momentos desde principios del siglo XX. En muchas ocasiones también hemos contado con el apoyo y la comprensión de la oposición, Partido Popular y Partido Aragonés, algo que se agradece enormemente. De hecho, los presupuestos municipales de 2021 logramos sacarlos con la máxima unidad. Hacía 25 años que en Alcañiz no se aprobaban unos presupuestos por unanimidad.
Los vecinos saben que pueden contar con nosotros y que cumpliremos nuestras promesas respecto a las resoluciones judiciales.
Los momentos difíciles unen a la gente, desde luego, pero es el talante de las personas lo que permite que una institución funcione con unidad. Por ello, los 17 hombres y mujeres que representan hoy a la ciudadanía de Alcañiz han estado a la altura de las circunstancias cuando hemos sido capaces de trabajar unidos, en beneficio de la gente. Quizás algunos echen de menos el enfrentamiento dialéctico y una mayor discrepancia, pero cuando la gente lo está pasando mal, considero que algunos debates políticos aportan más bien poco. Hoy la ciudadanía está expectante sobre cómo acabará la pandemia y cuáles serán las consecuencias de la crisis sanitaria. Es en ello en lo que debemos trabajar todos.
Los proyectos comprometidos
No obstante, sabiendo que no era fácil gestionar todo lo que nos ha sobrevenido, siempre entendimos que debíamos transformar Alcañiz. Los proyectos a los que nos comprometimos y que consideramos fundamentales, no se podían quedar paralizados. En esta legislatura nos habíamos propuesto cuatro líneas de actuación que sentarán las bases de una nueva época en nuestra ciudad. Así que hemos trabajado sin descanso en las cuatro grandes líneas transformadoras.
La primera de ellas era dar respuesta al problema del cerro. Esta montaña nos ha acompañado durante siglos. Lo que originalmente respondía a una necesidad defensiva del Alcañiz medieval, acabó siendo un foco de problemas: humedades, limitación de la movilidad urbana… Por ello, debíamos elaborar un proyecto que diera respuestas, puesto que, además, el desprendimiento del cerro había significado una gran catástrofe para los vecinos de la ladera. Este proyecto ya está en su parte final y esperemos recibir pronto la financiación del FITE para poder licitar las obras a lo largo de este año. Además, los vecinos saben que pueden contar con nosotros y que cumpliremos nuestras promesas respecto a las resoluciones judiciales.
Cuando acabemos la legislatura Alcañiz dispondrá de una nueva residencia de 130 plazas y unos 70 puestos de trabajo.
En segundo lugar, Alcañiz contaba con un conjunto de déficits en la prestación de servicios sociales. Por ello, nuestras primeras tareas se centraron en lograr construir una residencia de ancianos lo más moderna posible y concertada con la DGA para poder dar respuesta a una necesidad de décadas. Hemos sido facilitadores y mediadores entre los inversores, las propietarias de los terrenos y la Fundación que gestionará la residencia. Entre todos hemos trabajado en el desarrollo de un proyecto que es bastante complejo, pero que va a permitir que acabemos la legislatura con una residencia de 130 plazas y unos 70 puestos de trabajo. Tampoco teníamos centro de día. Así, este año ya está acabada la obra que permitirá abrir en los próximos meses el primer centro de día en Alcañiz y gestionado por el Ayuntamiento.
En tercer lugar, Alcañiz nunca ha tenido una política industrial de tal nombre, que generase empleo. Por un lado, nuestros polígonos municipales no tenían los servicios necesarios y había una falta de atención manifiesta. En estos momentos hay ya un compromiso de establecer la fibra óptica en el polígono de las Horcas a lo largo de este año y esperamos resolver los problemas de seguridad con la instalación de cámaras. El polígono de Fomenta lo hemos puesto a funcionar. Tras 10 años, por fin cuenta con electricidad, alumbrado público… En estos momentos ya hemos vendido las primeras cuatro parcelas y siete más van a salir a la venta a unos precios muy competitivos.
Por otro lado, el desarrollo económico de cualquier zona no tiene fórmulas mágicas. Toda política industrial se reduce a generar un ecosistema que permita que los emprendedores generan proyectos empresariales. La llegada de la UNED se enmarca dentro de este ecosistema. No sólo damos respuesta a una demanda histórica, sino que además la UNED va a permitir que haya más gente formada en nuestro territorio, algo que en unos años redundará en el tejido económico. Pero este ecosistema necesita de más ingredientes: infraestructuras, tecnología, colaboración entre empresas y el sector público, ciencia e investigación… Estamos trabajando en todo ello para que Alcañiz sea un lugar atractivo donde invertir. Eso sí, siendo nuestra prioridad los que ya están. Creemos en la ayuda a nuestros empresarios porque son ellos los que llevan años peleando. Estamos seguros que con un poco de ayuda, muchos de ellos crecerán.
Se nos ha conocido siempre por nuestro patrimonio, nuestra pasión por el deporte del motor y por nuestra Semana Santa. Pero Alcañiz puede aportar mucho más como ciudad de referencia en la España interior.
En definitiva, a pesar de todas las dificultades que nos hemos encontrado, estamos desarrollando la ciudad del siglo XXI que propusimos a los alcañizanos y alcañizanas en 2019. Es una ciudad moderna, que se respeta a sí misma y está orgullosa de su pasado, de su presente y de su futuro. El Ayuntamiento, además, está liderando todos estos cambios, siendo motor de la transformación. Como dijimos hace dos años: hemos puesto Alcañiz a funcionar.■
*Ignacio Urquizu es profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid (en excedencia), diputado en las Cortes de Aragón y alcalde de Alcañiz (Teruel)
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