La libertad de expresión como punta del iceberg
Hemos visto en todos los medios de comunicación durante los días posteriores a las elecciones catalanas las manifestaciones y disturbios en protesta por el encarcelamiento al rapero Pablo Hasél. Se ha realizado una focalización mediática sobre los disturbios y la violencia producida y sin embargo un apagón informativo con la multitud de manifestaciones pacíficas realizadas. Es siempre un alivio para el poder la aparición de grupos violentos para desacreditar las movilizaciones y cambiar el foco de atención (de la falta de libertad de expresión en este caso), a unos contenedores ardiendo y un grupo reducido de jóvenes tirando piedras a la policía que es una imagen mucho más impactante y que produce por lo general una reprobación social generalizada.
Posiblemente, las masivas manifestaciones producidas por varias ciudades españoles no se deba únicamente al encarcelamiento del rapero, sino que este hecho sea la punta del iceberg de un malestar más profundo y que la imagen del rapero entrando en prisión ha conseguido galvanizar.
Especialmente en Catalunya este malestar tiene que ver con la vía muerta en la que se encuentran las aspiraciones independentistas, las cuales volvieron a ganar en votos y escaños, en las últimas elecciones catalanas, aunque el partido vencedor fuera el PSC. No se puede realizar una declaración unilateral de independencia con el 51% de los votos, pero tampoco se puede bloquear el proceso indefinidamente con el 49%. La política, la negociación y el consenso tendrán que intervenir para desbloquear esta situación.
En el resto del estado se han juntado muchos factores. La primera y fundamental ha podido ser la fatiga pandémica y la falta de expectativas de otra generación de jóvenes que no viendo futuro han explotado de rabia e indignación. Una frustración además alimentada por las constantes noticias de un rey emérito, fugado a Emiratos Árabes, sobre el cual estamos conociendo sus presuntos asuntos turbios sin que dé ningún tipo de explicación pública. Unos papeles de Bárcenas que son una enmienda a la totalidad del principal partido de centro-derecha de este país y alternativa del poder. Y unos comentarios inaceptables en chats de militares así como discursos de odio en concentraciones fascistas que por ahora no conocemos ninguna consecuencia judicial.
Por esto y por mucho más están saliendo los jóvenes.■
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