08 enero 2021

#JavierEscorza - El arrendajo: plantador de árboles

El arrendajo, llamado gacho en nuestra tierra, es un bello córvido que lejos del solo negro o blanco y negro habituales de sus "primos", luce una bella gama de colores además de ese blanco y negro: grises, marrones, rosas, y azules en las alas, combinando el turquesa con el cobalto, teniendo esta bella imagen alejada del aspecto sombrío de otros córvidos como el cuervo o las grajillas. Fotos: Javier Escorza



El arrendajo euroasiático (Garrulus glandarius), es un pájaro paseriforme de tamaño medio que pertenece a la familia de los córvidos; no comparte con otros córvidos como el cuervo o la corneja, ese aspecto oscuro y sombrío y observándolo de cerca podemos ver todo el esplendor de su hermoso plumaje combinando tonos grisáceos, marrones, rosas, negros y blancos y unas hermosas manchas azules en cada una de las alas donde el turquesa y el cobalto se alternan.
Como todos los córvidos su alimentación es omnívora (se alimenta tanto de invertebrados como de frutas y semillas) y su comportamiento extremadamente inteligente. Es el córvido de hábitos más forestales de cuantos habitan en la península ibérica, teniendo una morfología de alas cortas y redondeadas que le permite una adaptación total a su vida en hábitats boscosos.

Al arrendajo se le llama también el guardián del bosque, ya que hace de chivato al resto de animales ante la detección de un peligro, bien de un predador o de la presencia del hombre, por eso casi siempre suele detectarse por su canto que emite a la vez que se mueve entre la espesura del arbolado de los bosques, sin ser visto en numerosas ocasiones. Canto inconfundible y bastante estruendoso y ronco parecido a un gaaaa; de ahí que por nuestra zona se le conozca con el nombre vernáculo de gacho o gatch. El nombre latino de su género es Garrulus, que significa gritón o charlatán, siendo también un hábil imitador especialmente de águilas y otras rapaces.


Plantador de árboles

Pero lo que realmente llama la atención de este córvido, es su capacidad para almacenar la comida cuando es abundante. Así durante el otoño, en los bosques de encinas, robles y avellanos, coge con su fuerte pico bellotas, avellanas y otros frutos, que a veces se traga en grandes cantidades, para luego regurgitarlas y depositarlas en agujeros que excava con el pico, en el suelo del bosque donde tendrá su despensa para todo el invierno. Ornitólogos alemanes observaron que un solo ejemplar recolectó y enterró en tan solo 20 días de otoño, más de dos mil bellotas. Aunque tiene muy buena memoria, recordar todos los frutos guardados enterrados es prácticamente imposible, quedando muchos de ellos en la tierra como si hubieran sido plantados, para germinar y crecer en la primavera al no ser consumidos por “su dueño”, realizando así una labor de PLANTADOR DE ÁRBOLES y ayudando a la expansión de muchas especies arbóreas más allá de los límites del bosque en el que habita.

Es una especie fundamentalmente sedentaria, realizando pequeñas migraciones locales en zonas de mucha permanencia de la nieve como el norte de Europa. En la península ibérica está presente en todas las zonas boscosas de los sistemas montañosos durante todo el año y adapta su alimentación a cada estación, comiendo frutos y semillas en otoño y en invierno (de las que ha guardado enterradas durante el otoño) y mostrando sus hábitos insectívoros en primavera y verano cuando come grandes cantidades de orugas, saltamontes o lombrices.

En el Bajo Aragón histórico encontramos a este bello córvido en prácticamente todos los montes, tanto en pinares como de encinares, siendo como hemos visto un excelente aliado de los bosques que habita.


Es el córvido más forestal, ocupando todo tipo de bosques y suele instalarse preferentemente en zonas más aclaradas de arbolado o en el límite de las zonas forestales, pudiendo verse posado en algunas ramas, aunque por la cobertura vegetal del bosque y por sus rápidos movimientos, es más habitual oírlo que verlo.




Este "señor del bigote negro" es un verdadero Plantador de Árboles, ya que en otoño, además de alimentarse de frutos, especialmente bellotas, entierra muchas de ellas para tenerlas como despensa para el invierno, realizando con su fuerte pico agujeros en el suelo donde las deposita y entierra. Muchos de los frutos que a lo largo del invierno no encuentra, germinarán en primavera, generando nuevos árboles en el bosque y su entorno.




Como el resto de los córvidos son aves muy inteligentes y tiene una dieta omnívora, alimentándose de frutos y semillas en otoño e invierno y de insectos en primavera y verano, comiendo abundantes tipos de gusanos como en esta foto de mayo.■



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